La importancia de la gestión adaptativa para mantener la salud de nuestros bosques / Ana López y Álvaro Doblas

Fecha: 22-Sep-2023

Ana López Ballesteros 
Departamento de Sistemas Agrícolas, Forestales y Medio Ambiente (SAFMA)
Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA)
alopezb@cita-aragon.es

Álvaro Doblas Rodrigo 
Departamento de Sistemas Agrícolas, Forestales y Medio Ambiente (SAFMA)
Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA)
adoblas@cita-aragon.es

Los bosques mediterráneos han sido tradicionalmente gestionados por las diferentes comunidades locales utilizando conocimientos transmitidos de generación en generación. Uno de los usos más habituales es la poda selectiva para obtener leña, carbón vegetal y madera, así como la ganadería extensiva. Estas prácticas no solo tienen beneficios socieconómicos, sino que proporcionan una serie de beneficios ecológicos que son fundamentales para mantener la salud de los bosques. Por ejemplo, la poda selectiva, consistente en la eliminación estratégica de algunos de los árboles más debilitados que componen una masa forestal, puede reactivar el crecimiento de los árboles restantes, así como su resiliencia frente a fenómenos climáticos extremos ya que reduce la competencia por agua y nutrientes. Además, tanto el pastoreo controlado como la poda ayudan a mantener la estructura del sotobosque y prevenir la acumulación de material vegetal inflamable, siendo crucial en la prevención de incendios. En definitiva, estas prácticas de gestión forestal promueven la salud de nuestros bosques, y su biodiversidad, y establecen una relación entre los habitantes y el territorio. Sin embargo, en las últimas décadas, estos usos tradicionales se han ido abandonando debido al éxodo rural, a cambios socioeconómicos y a la modernización de las actividades agrícolas y forestales dando lugar a bosques de alta densidad con árboles reviejados que presentan problemas estructurales y funcionales graves.

Encinar no gestionado. Autora: Ana López Ballesteros

En el marco del proyecto nacional Manage4Future, queremos evaluar el efecto del resalveo (poda selectiva en masas forestales de especies rebrotadoras) sobre el funcionamiento de los encinares o carrascales, sistemas forestales que en la actualidad ocupan el 25% de la superficie forestal nacional y que en las últimas décadas han mostrado signos preocupantes de debilitamiento o decaimiento. Para ello, hemos puesto en marcha, por primera vez en Aragón, un observatorio micrometeorológico que nos permite medir de manera continua los balances de carbono y agua, así como el crecimiento y el estado de salud de estas masas forestales. Esta infraestructura, compuesta por dos estaciones de covarianza de torbellinos (eddy covariance) instaladas en dos carrascales turolenses con y sin resalveo, nos permitirá saber si este práctica de gestión forestal adaptativa puede ayudar a estos bosques a enfrentarse a fenómenos climáticos extremos tales como la sequía o las olas de calor. Además, este proyecto permitirá a Aragón integrarse dentro de la red internacional FLUXNET (red global de torres micrometeorológicas eddy covariance), que armoniza la recogida de datos a nivel global y posibilita el intercambio de información con el objetivo de comprender mejor cómo el cambio climático está afectando los ecosistemas terrestres y su capacidad de absorber o emitir gases de efecto invernadero. Los resultados obtenidos nos ayudarán a planificar una mejor gestión forestal que esté al servicio del territorio y sus habitantes y que proteja nuestros paisajes en un contexto climático cada vez más variable.

Encinar resalveado junto con la instrumentación de la estación eddy covariance. Autora: Ana López Ballesteros