Jesús Fleta
Departamento de Fisiatría y Enfermería
 Facultad de Ciencias de la Salud - Universidad de Zaragoza
Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2)
jfleta@unizar.es

El magnesio es un metal divalente del grupo de los alcalinotérreos de amplia distribución en la naturaleza, generalmente en forma combinada. Fue identificado en el año 1808 y su presencia en los tejidos vivos fue descubierta en 1859. En el reino vegetal interviene en la fotosíntesis y en el reino animal juega un papel esencial como elemento estructural y regulador de múltiples funciones orgánicas. Cuantitativamente el magnesio es el cuarto catión más abundante en el cuerpo humano después del calcio, sodio y potasio y el segundo tras el potasio, en el espacio intracelular. El cuerpo humano adulto contiene entre 21 y 28 gramos de magnesio, es decir, algo menos del 0,05% del peso corporal. La mayor parte se encuentra en el hueso y después en el músculo. En el suero la concentración es de 1,6 a 2,1 mEq/L (19 a 25 mg/L).

Las fuentes principales son el cacao (chocolates), los frutos secos, las legumbres, los cereales y los vegetales de hoja verde oscuro. En menor cantidad lo contienen las carnes, los pescados, la leche y derivados lácteos. También puede contenerlo en cantidad apreciable el agua de bebida. Se estima que la cantidad de magnesio aportada por la dieta oscila entre 150 y 450 mg al día. En la Tabla I y en la Figura 1 se muestran las principales fuentes de este mineral.

Tabla I. Alimentos ricos en magnesio. Fuente: https://www.cun.es/chequeos-salud/vida-sana/nutricion/alimentos-ricos-magnesio

No se conocen bien las necesidades diarias de magnesio en el hombre. La cantidad necesaria es mayor cuando el aporte de proteínas y de calcio son mayores; las necesidades también dependen del tipo de dieta y de la edad de la persona. Se cree que el adulto necesita alrededor de 300 mg al día o bien 4,5 mg por kilo de peso corporal como límite superior y en niños varía ampliamente en función de su edad. En la Tabla II se muestran las necesidades por grupos de edad.

Tabla II. Raciones dietéticas recomendadas de magnesio para cada edad

El magnesio absorbido es menos del 65% del ingerido y el resto se elimina por heces y su absorción de lleva a cabo, sobre todo, en el intestino delgado y es modificada por el contenido de calcio en la dieta, la vitamina D y sus metabolitos y la paratohormona. El 65% de este elemento se encuentra en el esqueleto, el 34% en el espacio intracelular y el 1% en el espacio extracelular. El magnesio intracelular se encuentra en el músculo, hígado, riñón, bazo, corazón y cerebro y, en menor concentración en la grasa y en la piel. Se elimina por heces, orina, sudor y leche materna.

El magnesio interviene en todos los procesos bioquímicos del organismo. Realiza un papel esencial en la estabilidad del DNA y RNA y ejerce un papel activador en 300 enzimas distintos y un papel esencial en el metabolismo de los hidratos de carbono, grasas y proteínas.

La hipomagnesemia implica la existencia de unos niveles de magnesio inferiores a 1,4 mEq/L y cursa con cuadros complejos asociados a otros trastornos, por lo que es difícil su diagnóstico. Su déficit puede ser producido por una dieta insuficiente o ante síndromes de malabsorción, como en la enteritis, colitis o enfermedad celiaca, así como ante diarreas graves o abuso de laxantes.

Figura 1. Alimentos ricos en magnesio. Fuente: https://mejorconsalud.as.com/6-alimentos-aumentar-magnesio-la-dieta/

También puede producirse por pérdida excesiva de magnesio por orina, por el abuso de diuréticos y de algunos medicamentos. Así mismo se han observado casos de hipomagnesemia en algunas enfermedades de riñón, diabetes e infarto y ante situaciones como el alcoholismo, sudoración excesiva y lactancia prolongada. En niños recién nacidos y lactantes puede existir hipomagnesemia primaria, debido a un trastorno hereditario, entidad muy rara, y ante convulsiones neonatales.

Los signos y síntomas más importantes que aparecen son los trastornos neuromusculares y psíquicos, así como alteraciones del tracto gastrointestinal y cardiocirculatorios. En casos de hipomagnesemia se realizará un tratamiento con magnesio en cantidad doble al déficit estimado, ya que el 50% del magnesio administrado se perderá por orina. La administración puede llevarse a cabo por vía intravenosa (sulfato de magnesio) o por vía oral (citrato, cloruro, lactato o sulfato de magnesio), o por vía intramuscular (sulfato de magnesio).

La hipermagnesemia aparece con frecuencia ante la ingesta de medicamentos con este componente, como son algunos antiácidos y laxantes. En caso de recién nacidos también también puede aparecer en hijos de madres con eclampsia tratada con sales de magnesio. En casos de hipermagnesemia aparece hipotensión arterial, náuseas y vómitos y si se agrava el cuadro, bradicardia, hiporreflexia, apnea, estupor y coma. El tratamiento se lleva a cabo con calcio por vía intravenosa para anular el bloqueo neuromuscular y, si es preciso, con diálisis. Si la hipermagnesemia es leve, es suficiente con la exclusión de la dieta de alimentos ricos en magnesio, como las nueces, cacao, cereales, legumbres, así como fármacos que contengan magnesio.