Variedades de leguminosas olvidadas que podrían adaptarse mejor a la sequía

El centro de investigación IMIDRA, en Madrid, está llevando a cabo un estudio para la recuperación del cultivo de diferentes plantas leguminosas desaparecidas, que podrían ofrecer una alternativa de cultivo sostenible a los agricultores y adelantarse a las consecuencias de los ciclos de sequía.

Fecha: 22-Aug-2023

El Instituto de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) de la Comunidad de Madrid está llevando a cabo un estudio para la recuperación del cultivo de diferentes plantas leguminosas desaparecidas, que podrían ofrecer una alternativa de cultivo sostenible a los agricultores y adelantarse a las consecuencias de los ciclos de sequía.

Cultivos como la almorta, la alholva, la algarroba y el garbanzo negro, que llevan olvidados y desaparecidos de los campos de la región más de cincuenta años y que, según los expertos, fijan biodiversidad y nitrógeno al suelo, elementos muy importantes para la supervivencia de la agricultura y el entorno rural.

Variedades de leguminosas olvidadas

Estos ensayos se llevan a cabo desde 2020 en varias parcelas del Instituto de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) que ocupan 15 000 metros cuadrados de la finca experimental de La Chimenea, en la localidad madrileña de Aranjuez. El trabajo forma parte del programa GENVCE (Grupo para la Evaluación de Nuevas Variedades de Cultivos Extensivos en España), para conocer su viabilidad en el territorio nacional.

En el caso de la región madrileña, tras tres temporadas de cosecha y la aplicación de diferentes técnicas de cultivo, los investigadores están constatando la resistencia de estas variedades de leguminosas a las enfermedades, las altas temperaturas de la zona Sur de la región y la falta de agua. Además, de cara a su comercialización ofrecen un alto contenido en proteínas y aminoácidos, lo que las hace idóneas para incluirlas en una dieta más saludable.

Y también cereales superalimentos

Además de la recuperación de las leguminosas olvidadas, el IMIDRA ha comenzado este año otra investigación que trata de conocer cuáles de los cereales denominados como superalimentos podrían ser cultivados con éxito en la región. El trigo sarraceno, el sorgo, el teff o el amaranto son variedades de cereales y de seudocereales sin gluten, procedentes de países con climas y suelos similares al madrileño, de ahí que los ensayos vayan encaminados a conocer su adaptabilidad.

Desde el punto de vista económico existe el convencimiento de que estas variedades pueden tener éxito debido al incremento de la demanda de este tipo de alimentos entre los consumidores. Además, se une el interés mostrado por la Política Agrícola Comunitaria (PAC) por aumentar la superficie de su cultivo. De forma paralela, los expertos del IMIDRA tienen puesto parte de sus esfuerzos en la futura creación de un Banco de Germoplasma para la conservación de estas semillas (leguminosas y superalimentos) e impedir su desaparición, como ocurrió con el garbanzo negro. Si se llevara a cabo, este sería el cuarto Banco de Germoplasma del IMIDRA:

  • El primero, instalado en la finca experimental El Encín, en Alcalá de Henares, conserva cerca de 300 variedades de verduras, frutas y hortalizas de la región.
  • El segundo, el Banco de Germoplasma Animal, que guarda muestras seminales de ovino, vacuno, porcino y caprino de Madrid y España, en el Centro de Selección y Reproducción Animal (CENSYRA), en Colmenar Viejo.
  • Y por último, el de más reciente creación, el Forestal (BIFORMAD), que alberga semillas forestales de planta salvaje de la región, en la finca experimental La Isla Forestal de Arganda del Rey.