Un exhaustivo trabajo de revisión realizado por investigadoras del INIA-CSIC recoge una visión actualizada y tendencias de la aplicación de ultrasonidos para la determinación de contaminantes orgánicos

La revisión, realizada por las Dras. Rosa Ana Pérez y Beatriz Albero del grupo de Química Ambiental del INIA-CSIC, ha sido publicada en la prestigiosa revista TrAC –Trends in Analytical Chemistry El trabajo muestra también la tendencia esperada para los próximos años en un contexto de interés creciente por la “Química Verde”

Fecha: 01-Sep-2023

Tags: INIA-CSIC

Fuente: Inia

La extracción asistida por ultrasonidos es una técnica común para la determinación de contaminantes orgánicos en muestras sólidas, debido a su facilidad de aplicación a una variedad de muestras y a la amplia gama de solventes que se pueden usar. En el caso de muestras líquidas, últimamente también se ha observado un incremento en la utilización de los ultrasonidos, especialmente en combinación con técnicas de microextracción.


En los últimos años se han desarrollado diversas mejoras en estas técnicas de extracción de contaminantes orgánicos, sobre todo con vistas a lograr reducir el uso de disolventes orgánicos tradicionales o para reemplazarlos por otros más respetuosos con el medio ambiente. Es el caso de los disolventes eutécticos y supramoleculares o de adsorbentes novedosos, como las nanopartículas magnéticas, entre otros.

Las investigadoras Rosa Ana Pérez y Beatriz Albero, del Grupo de Química Ambiental del Departamento de Medioambiente y Agronomía del INIA-CSIC, han publicado recientemente en la prestigiosa revista TrAC –Trends in Analytical Chemistry una revisión exhaustiva de artículos publicados entre los años 2018 y 2022 sobre el uso de los ultrasonidos para la determinación de contaminantes orgánicos en muestras sólidas y líquidas. De los 152 artículos analizados, 93 utilizaban ultrasonidos para la extracción de muestras sólidas (suelo, sedimento, lodo, estiércol, compost, alimentos y otros) y 59 para muestras líquidas (agua, alimentos y muestras biológicas). Se trata de una actualización de la revisión llevada a cabo anteriormente por las mismas autoras.

En su revisión, las autoras ponen de manifiesto que el uso de ultrasonidos se ha convertido en una práctica consolidada para mejorar la eficiencia del proceso de extracción de contaminantes, debido a su facilidad de aplicación y su efectividad. También ofrecen una visión general de las nuevas técnicas de extracción asistidas por ultrasonidos desarrolladas en los últimos cinco años, con especial énfasis en aquellos métodos que implementan los principios de la “Química Analítica Verde” para reducir su impacto ambiental.
 
En sus conclusiones, Rosa Ana Pérez y Beatriz Albero ponen en evidencia que en los próximos años se esperan avances en el desarrollo de nuevos adsorbentes, especialmente de materiales naturales de bajo coste, en minimizar o eliminar el tratamiento de las muestras y en mejorar la detección de los contaminantes.

Sobre esto último, el uso de dispositivos móviles para la detección de contaminantes orgánicos, por ejemplo, analizando con un software específico la concentración de un analito a través de una imagen captada por un teléfono inteligente, tiene un potencial real de transformación de los esquemas actuales de evaluación de contaminantes en términos de pruebas in situ, facilidad de uso por parte de los ciudadanos y capacidad de analizar gran cantidad de muestras a bajo coste. Sin embargo, esta opción aún está en sus inicios y su aplicación a muestras ambientales es todavía muy limitada.