Investigadores del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) han realizado un ensayo en campo sobre cultivo de fresa en hidropónico. Una de las conclusiones más significativas es que la producción se puede llegar a multiplicar por mil y que la inversión realizada se puede amortizar en una media de diez años.

Los ensayos se han realizado durante varias campañas consecutivas, durante las que se han planteado diversas disposiciones en las líneas de plantaciones y distintas densidades de plantas por línea.

Detalle de la infraestructura y de la planta.

El investigador Luis Miranda expuso los detalles de los ensayos realizados durante la jornada que celebró el Ifapa en el centro Agroempresarial de la Diputación de Huelva. Según explicó, el cultivo de fresa en hidropónico tiene sus ventajas e inconvenientes.

Con este sistema de cultivo se tiene un mayor control en el manejo del mismo, se gana en sostenibilidad, producción y, sobre todo, mejoran las condiciones de trabajo de los temporeros, al permitir la recolección sin tener que agacharse ya que las líneas de producción se pueden colocar a la altura de los brazos.

Entre los inconvenientes, está la importante inversión que requiere la instalación bajo plástica de la infraestructura móvil fuera de la tierra y que se requiere una mayor cualificación técnica.

Uno de los inconvenientes es que a final de campaña la masa vegetativa puede dificultar la recolección.

Para el segundo ensayo se realizaron algunas modificaciones técnicas sobre el primero, principalmente, para buscar la rentabilidad del cultivo. De esta forma se eliminó la línea de producción más próxima a las barras del túnel al comprobar que el rendimiento de producción se reducía un 30%.

Otra de las decisiones que se tomaron fue diseñar una instalación con 10 líneas por túnel con un sistema rotacional, de forma que la primera banda se sitúa a 0,85 metros del suelo y la otra a 1,35 metros. Los sistemas móviles se van cambiando para captar la mayor parte de luz posible y para adaptarse a la recolección. Este sistema optimiza cada metro lineal del túnel, frente al primer ensayo cuando se instalaron 8 líneas de cultivo en lomos pareados, un sistema muy cómo de trabajo pero que al final de la campaña hace difícil el manejo por la masa vegetativa de la planta.

La estructura hidropónica se puede adaptar buscando la máxima rentabilidad.

Miranda ha puntualizado que los ensayos se realizan con sistemas de optimización de riego, aprovechando también el drenaje.

Sobre la densidad de plantación, tras los resultados que presentó Miranda, se puede concluir que lo óptimo es utilizar 9 plantas por línea. Los ensayos se han realizado poniendo 6, 9 y 12 plantas.
Entre la puesta de 9 y de 12 no hay diferencias significativas de producción pero si de calidad de fruto, se gana espacio para trabajar en el invernadero y se consiguen más frutos de primera categoría, lo que ayuda a amortizar la inversión.

Los ensayos se han realizado en la finca El Cebollar de Moguer, que ha pasado a ser gestionada administrativamente por el centro Ifapa de Huelva, hasta ahora dependía de La Torres de Sevilla.