Un análisis global muestra cómo se filtran los pesticidas al medio ambiente

Un estudio de la Universidad de Sydney ha revelado la odisea química que emprenden los pesticidas tras su aplicación agrícola inicial, con consecuencias medioambientales para diversos ecosistemas.

Fecha: 03-Aug-2023

Fuente: iagua

Cada año se utilizan en todo el mundo unos tres millones de toneladas de plaguicidas agrícolas, pero poco se sabe sobre dónde y en qué medio ambiente acaban estas sustancias químicas tras su aplicación inicial.

Un estudio mundial publicado hoy en Nature, en el que se ha analizado la distribución geográfica de 92 de los plaguicidas agrícolas más utilizados, ha descubierto que cada año se filtran a los acuíferos unas 70.000 toneladas de sustancias químicas potencialmente nocivas, lo que repercute en los ecosistemas y los recursos de agua dulce.

El profesor Federico Maggi, autor principal del estudio, de la Escuela de Ingeniería Civil de la Universidad de Sydney, declaró: "Nuestro estudio ha revelado que los pesticidas se filtran a los acuíferos cada año: "Ha revelado también que los pesticidas vagan lejos de su fuente original. En muchos casos, estas sustancias químicas acaban muy río abajo y a menudo, aunque en cantidades mucho menores, llegan hasta el océano".

El estudio demostró que cerca del 80% de los pesticidas aplicados se degradan en moléculas hijas -o subproductos- en el suelo que rodea los cultivos.

"Esta degradación de los pesticidas a menudo se produce como una 'cascada' de moléculas en el medio ambiente circundante, que pueden persistir en el medio ambiente durante mucho tiempo y pueden ser tan perjudiciales como la molécula madre o el pesticida aplicado. Un ejemplo de ello es el glifosato. Aunque es muy degradable, se descompone en una molécula conocida como AMPA que es muy persistente y tóxica", explica la profesora Maggi.

Aunque el estudio constató que sólo una fracción de los pesticidas entra en los sistemas fluviales tras su aplicación en el campo, una vez en el agua, la mayoría de los ingredientes activos acaban en el océano, con posibles repercusiones negativas en la fauna marina y los arrecifes de coral. Esto pone en peligro la base misma de las cadenas alimentarias marinas y de agua dulce.

"Sobre el papel, un 0,1% de lixiviación en aguas dulces no parece gran cosa", afirma el profesor Maggi. "Pero basta una cantidad ínfima de pesticidas para tener un impacto negativo en el medio ambiente".

El estudio demostró que cada año entran en los ríos 730 toneladas de pesticidas, y que unos 13.000 kilómetros de ríos alcanzan concentraciones químicas superiores a los límites de seguridad para una serie de plantas acuáticas e invertebrados, con consecuencias poco conocidas en los ecosistemas fluviales.