En una estimación preliminar, el NEPG, asociación que aglutina a los productores de patata de Bélgica, Francia, Alemania y Países Bajos, indica que la superficie de patatas de consumo ha aumentado entre un 2 y un 3%.

Esta cifra es ligeramente superior a la última superficie más alta en 2020, que fue de 522.000 ha esa zona.

Sin embargo, las difíciles condiciones de cultivo al inicio de la campaña plantean una serie de interrogantes sobre la producción en 2023, a pesar de la fuerte demanda de productos de patata para la industria de transformación.

Preocupación por la disponibilidad de patata de siembra para 2024

Como se anunció en marzo, la superficie dedicada a la producción de fécula y patatas de siembra en la zona NEPG se reduce en más de 15.000 hectáreas. La mayoría de estas hectáreas se dedican ahora al cultivo de patatas para transformación. En algunos casos, algunas hectáreas del mercado fresco también se han reorientado hacia estos mercados.

La superficie dedicada a la patata de siembra disminuyó en unas 2.500 ha tanto en los Países Bajos como en Francia, donde se publicaron las estadísticas la semana pasada. También se prevé un descenso de la superficie dedicada a patatas de siembra en Alemania, Bélgica, Dinamarca y Escocia. Si este año  se pierden 10.000 ha de patatas de siembra en el noroeste de Europa, esto podría suponer una reducción de 100.000 ha de patatas de consumo para 2024, según informa NEPG.

Retraso en la plantación y posibles consecuencias para la producción de 2023

Debido a las fuertes lluvias, la sementera se retrasó esta primavera en todos los países de Europa Occidental. La siembra tuvo lugar desde mediados de abril hasta principios de junio, con un pico en la segunda quincena de mayo.

La situación actual es de falta persistente de precipitaciones suficientes, lo que hace necesario el riego siempre que sea posible.

Además de la plantación tardía, los factores relacionados con las plantas (y su manejo), la preparación del suelo y/o las condiciones meteorológicas influyeron en la aparición y el desarrollo de las patatas. En general, la floración y/o la tuberización (parte inferior) se produjeron antes de lo normal. ¿Qué repercusiones tendrá e s t o en la cantidad y la calidad de la cosecha de patatas en 2023? Aún es pronto para saberlo, aunque muchos cultivadores están preocupados por lo que ven en sus cultivos.

En este contexto, la demanda de patatas en el mercado libre se ha mantenido firme y sigue haciéndolo en todos los países del noroeste de Europa. Los transformadores quieren obtener la materia prima industrial que necesitan para el previsible final de la campaña. Parece que algunos transformadores estaban dispuestos a aceptar a casi cualquier precio los últimos lotes de cosecha vieja sin contrato. Lo cierto es que la oferta de lotes sin contrato se agotó a finales de junio y principios de julio.

Los aspectos anteriores sugieren que (algunos) procesadores están considerando ampliar las vacaciones y el mantenimiento previstos antes de pasar a la nueva cosecha. Pero hay excepciones: ¡algunas plantas no paran!

Las primeras cosechas en Renania, Baja Sajonia y Palatinado no se esperan hasta la semana 29, mientras que las cosechas belgas (Flandes Occidental) de tamaño y contenido en materia seca suficientes no llegarán probablemente hasta finales de julio – principios de agosto (semanas 30 ó 31).