Recomendaciones para el mantenimiento de la cubierta vegetal en los cultivos

Cuanto mayor sea el porcentaje de suelo cubierto mejor realizará su función, manteniendo claro está, libre el “ruedo”, o espacio bajo la copa

Fecha: 28-Oct-2022

Fuente: Oleo revista

La Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF) recomienda, a través de su espacio de consulta disponible en la web de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía,  que en el periodo actual, disponer de una cubierta vegetal en las calles de nuestros cultivos leñosos que minimice los efectos del agua de lluvia como: degradación del terreno, erosión, pérdida de la capa fértil, etc... Cuanto mayor sea el porcentaje de suelo cubierto mejor realizará su función, manteniendo claro está, libre el “ruedo”, o espacio bajo la copa.

Tipos de cubiertas vegetales

Los tipos de cubierta vegetal pueden ser: cubierta vegetal viva con vegetación herbácea espontánea; cubierta vegetal viva sembrada; cubierta vegetal inerte o cubierta inerte no vegetal.

La cubierta vegetal viva, con vegetación herbácea espontánea, es la que en principio presenta mayores beneficios ya que, entre otros, conlleva un ahorro en gasto de siembra, mantenimiento y regeneración. Es conveniente seleccionar en ellas las especies más convenientes, como son las gramíneas (hoja estrecha). Para ello se irán eliminando, mediante herbicidas, las especies de hoja ancha, fomentando así el predominio de gramíneas en nuestra cubierta.

Por otro lado, en la cubierta vegetal viva sembrada, es muy importante planificar bien las tareas propias de su siembra eligiendo la especie y variedad que más se adapte a nuestro tipo de suelo. Se emplean leguminosas (por su aporte en nitrógeno al suelo), o gramíneas espontáneas (como ballico), y cultivadas como avena, cebada o centeno.

Las cubiertas vivas, y especialmente la herbácea espontánea, tienen además de los efectos positivos para el suelo ya mencionados, una función muy importante y cada vez más valorada, son refugio de la fauna auxiliar. Fomentan la biodiversidad presente en el cultivo, y al aumentar las poblaciones de insectos beneficiosos pueden ayudar al control de las plagas, de una forma natural, sin coste y respetuosa con el medio ambiente.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que el manejo de las cubiertas vegetales debe ser muy cuidadoso, para evitar que estas especies lleguen a competir por el agua y nutrientes con nuestro cultivo. Para ello, deben controlarse adecuadamente en primavera, hacia el mes de marzo,ya sea con siega química o mecánica.

Finalmente, si las características del suelo de la parcela no permiten una eficaz implantación de las dos técnicas anteriores, puede ser conveniente la implantación de una cubierta vegetal inerte, para lo que se necesitará, por ejemplo, restos de poda triturados que se irán esparciendo a lo largo de las calles con una anchura idónea que nos permita retener correctamente el agua de escorrentía en caso de lluvias frecuentes y/o intensas.

La cubierta inerte no vegetal la encontramos por ejemplo en los suelos con elevada pedregosidad, que disponen de una protección natural frente a la erosión. El impacto de las gotas de lluvia incide sobre las piedras, en vez de sobre la tierra, infiltrándose posteriormente.