Presentado el primer libro blanco de la alimentación sostenible en España

Un trabajo con un enfoque global y medidas concretas sobre la alimentación sostenible en España en el que han participado más de cincuenta investigadores y profesional del tercer sector, en el que se identifican y proponen las principales claves para lograr una transición hacia sistemas alimentarios sostenibles y resilientes.

Fecha: 04-Mar-2022

Se trata del primer Libro Blanco de la Alimentación sostenible en España, presentado por Fundación Alternativas y la Fundación Daniel y Nina Carasso ayer miércoles, en el que a través de los trece capítulos temáticos que componen el tomo avanzan una serie de propuestas con el propósito de conciliar el sistema alimentario con las necesidades del planeta y responder positivamente a la demanda de los españoles de una alimentación saludable, equitativa y respetuosa con el medioambiente.

Libro Blanco de la Alimentación Sostenible. Las propuestas

Entre las recomendaciones que se proponen para acometer una transición justa y ecológica hacia sistemas alimentarios sostenibles y resilientes, destacan:

  • La necesidad de que la ciudadanía esté bien informada y sea capaz de tomar decisiones de consumo conscientes, adoptando un papel de agente activo en el proceso, obteniendo la información necesaria desde las etapas educativas y practicando hábitos alimentarios sostenibles en los comedores escolares.
  • Una correcta educación alimentaria, que llegue a toda la ciudadanía mediante estrategias de comunicación eficientes, debe contar, como requisito esencial, con una adecuada transparencia informativa para facilitar la toma de decisiones, guías alimentarias eficaces y una correcta caracterización y etiquetado de los alimentos.
  • Un cambio en los marcos políticos e institucionales. La compra pública de alimentos sostenibles puede generar un importante crecimiento de su demanda y redundar en potenciar unas relaciones económicas y laborales justas y transparentes para obtener alimentos de manera respetuosa con el medio ambiente, y también permitiría ofrecer alimentos más saludables a colectivos especialmente sensibles, como son los centros educativos, sociosanitarios o penitenciarios.
  • Sin embargo, para avanzar en ello es necesario que la compra pública cuente con una legislación más adecuada que estimule su efectividad, mejorando la coordinación entre las distintas administraciones y reforzando la formación y capacitación del personal técnico y del liderazgo político.
  • Corregir las disfunciones del sistema alimentario, derivadas en muchas ocasiones de la falta de consideración de las externalidades negativas ambientales y sobre la salud que provoca el diseño inadecuado de los instrumentos financieros de las políticas públicas, o de una desigual distribución de los beneficios y costes del funcionamiento del sistema. En este sentido, es necesario modificar la fiscalidad que se aplica a ciertas actividades productivas y a los propios alimentos para mitigar los efectos externos negativos sobre el medio ambiente o la salud.
  • También es importante modificar los sistemas de ayudas, como los de la Política Agraria Común (PAC), y reorientarlos hacia modelos de producción respetuosos con la naturaleza, ya que no responden a las necesidades de unos sistemas alimentarios sostenibles y son nocivos para la salud de personas, animales y ecosistemas.
  • En cuanto a la cadena de valor, esta ha de ser equilibrada, transparente, inclusiva y resiliente. Para ello, los actores implicados han de tener un reparto equitativo que permita cumplir con los Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) y conseguir una economía circular que integre a las explotaciones familiares, basada en la investigación e innovación, favoreciendo los productos locales y de temporada, los mercados campesinos y la agroecología.
  • El suelo agrícola debe ser protegido, sobre todo en las zonas periurbanas y los seguros agrarios deben ser potenciados, así como el ahorro energético y las energías renovables.
  • Por otro lado, la producción alimentaria debe estar en equilibrio con la naturaleza. Desde una posición de respeto hacia el medio ambiente, la resiliencia y el empoderamiento de las personas que se dedican al sector agroalimentario cobran un papel primordial frente a un mundo globalizado y sometido al cambio climático. El modelo productivo debe ser capaz de generar rentas dignas y unas adecuadas condiciones de trabajo, incorporando a las mujeres al sector y protegiendo a los trabajadores frente a los elementos tóxicos y contaminantes empleados en la producción.
  • El conocimiento científico, la innovación y el acceso a la digitalización deben ser herramientas básicas para el desarrollo del marco productivo que propone el Libro Blanco de la Alimentación Sostenible en España, además de una profunda consideración por la agroecología y la pesca sostenible.