El próximo miércoles, 27 de septiembre, tendrá lugar en Zaragoza Activa el encuentro “Economía Social y Economía Circular: retos y oportunidades”. Organizado por CEPES Aragón, la jornada reunirá a entidades representativas de la Economía Social aragonesa que trabajan la circularidad económica en su día a día y presentarán sus prácticas como ejemplo de la transformación de la economía hacia un paradigma verde, sostenible y socialmente responsable.

La Economía Circular está centrada en la reducción al mínimo de la utilización de recursos naturales y energéticos dentro de un marco de crisis económica sistémica y medioambiental. Según su modelo de producción y consumo, la Economía Circular extiende el ciclo de vida de los productos y los materiales al compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido. Se trata de una tendencia al alza en el panorama internacional, con respaldos como el de la Unión Europea, el Club de Roma, la Cámara de Comercio estadounidense y Naciones Unidas.

La directora general de Promoción Industrial e Innovación del Gobierno de Aragón, Mar Paños de Arriba, abrirá el encuentro junto a Adrián Serrano Villuendas, presidente de CEPES Aragón. La jornada contará también con la presencia de Carlos Gimeno Casado, concejal de Economía, Transformación Digital y Transparencia del Ayuntamiento de Zaragoza. La ponencia sobre Economía Circular correrá a cargo de Clara Jarauta, del centro tecnológico Circe, especializado en innovación para el desarrollo sostenible en el terreno de las energías y el medio ambiente.

La cita continuará con un debate y una mesa redonda en la que contaremos con la participación de varias empresas e iniciativas de la Economía Social aragonesa que trabajan desde la Economía Circular en su actividad diaria:

• El Grupo Arco Iris presentará su planta de biogás de Vall-de-roures, un proyecto desarrollado junto a Selev Biogroup y Genia Bioenergy. Esta planta de depuración de purines es muestra de la gestión eficiente de biorresiduos para la obtención de biogás que puede generar energía eléctrica mediante cogeneración.
• La Ciclería, sociedad cooperativa vinculada a la movilidad sostenible y la Economía Solidaria, compartirá sus actividades de taller, donde se alquilan, comparten, reciclan y reutilizan diferentes componentes ciclistas.
• Conoceremos mejor el proyecto Reutiliza, de la Coordinadora Aragonesa del Voluntariado, que fomenta el intercambio de equipamientos de oficina entre diferentes agentes sociales, con el fin de cubrir las necesidades de las organizaciones sin ánimo de lucro.
• La empresa de inserción Incluyem- Barmon nos explicará el proceso de reciclaje, reutilización y comercialización de prendas y complementos textiles en sus tiendas de Balbastro, Monzón, Fraga y Binéfar.
• Finalmente, la Lavandería Industrial Emprey, uno de los centros especiales de empleo de la Fundación Rey Ardid, hablará de la organización de su actividad, que permite el ahorro de agua, electricidad y plásticos.

La jornada, que se desarrollará entre las 10.00 horas y las 13.30 horas, está abierta a la participación de personas interesadas y es gratuita.

Sobre la Economía Social

La Economía Social, cuyo origen se remonta a las primeras décadas del siglo XIX, ha sido reconocida en estos últimos meses como una fuerza de primera magnitud para facilitar una transición verde de nuestras sociedades y una transformación económica que acabe con las desigualdades y los desequilibrios generados por un sistema de producción cada vez más inasumible.

En este sentido, se han pronunciado la Organización Internacional del Trabajo (Resolución sobre el trabajo decente y la Economía Social y Solidaria, junio de 2022), la Unión Europea (Plan de Acción Europeo de la Economía Social, diciembre de 2021, entre otros) o, aún más recientemente, la Asamblea General de Naciones Unidas (Promover la Economía Social para un desarrollo sostenible, abril de 2023).

En Aragón, la Economía Social, representada por CEPES como entidad que aglutina a las entidades de los diferentes sectores, cuenta con su reciente Ley de Economía Social aragonesa, acompañada de un primer Plan de Impulso de la Economía Social que extiende sus actuaciones hasta 2025. Otros países y varios organismos internacionales continúan legislando, impulsando y defendiendo la Economía Social como herramienta fundamental para luchar contra el cambio climático, mitigar las crisis ecosociales y facilitar una vida mejor a escala local y planetaria.

La Economía Social, en Aragón y en el mundo, vive un momento de especial reconocimiento, fruto del trabajo realizado en estos años y de la solidez de sus bases teóricas y prácticas.

Es el momento de la Economía Social: otra forma de hacer economía es posible

La Asociación de Economía Social de Aragón (CEPES Aragón), constituida en 2014, es una asociación de carácter intersectorial que ha logrado aglutinar a 9 plataformas representativas de cada una de las familias de la Economía Social, lo que la convierte en referente de la Economía Social ante la administración y la sociedad en general.

El sector de la Economía Social (ES) tiene una profunda implantación en nuestro país, donde existen más de 7.500 entidades de ES, que representan cerca del 8,5% del total de empresas existentes en Aragón. Estas entidades dan empleo directo y remunerado a cerca de 22.000 personas, suponiendo de esta forma el 3,58% del empleo total en Aragón. Además de realizar una labor social esencial para la vertebración del territorio, estas organizaciones muestran un elevado grado de competitividad, facturando más de 3.350 millones de euros anuales y contribuyendo al desarrollo económico con un valor añadido bruto cifrado en más de 599 millones de euros, lo que supone el 9,51% del total territorial.

Las entidades de la Economía Social surgen como respuesta a las diversas necesidades sociales del entorno en el que se desarrollan, aportando soluciones positivas e innovadoras a través de diversas formas y actuaciones, tanto en lo empresarial como en lo social. La consecuencia más inmediata es su aportación a la cohesión social a través del desarrollo local.