Objetivo, descarbonizar la cadena alimentaria

Un proyecto impulsado por el CNTA y doce empresas de la cadena alimentaria con el apoyo de varios Gobiernos Regionales para liderar la modernización y transformación digital y sostenible del sector agroalimentario en España se ha presentado oficialmente para su calificación como PERTE, de modo que su financiación pueda ser asumida por los Fondos Next Generation.

Fecha: 26-Jan-2021

Se trata del proyecto Ebro Food Valley, una propuesta que aspira a captar fondos dentro del programa de recuperación europeo Next Generation para transformar el sector agroalimentario y hacerlo más competitivo, más moderno, más digital, con mayor actividad de I+D, más sostenible y más resiliente, una transformación que permitiría conseguir un Sistema Alimentario Neutro de Carbono para 2050 capaz de suministrar alimentos saludables, seguros, innovadores, sostenibles y accesibles a toda la creciente población, en línea con la estrategia ‘De la Granja a la Mesa’ de la propia Unión Europea, a la vez que se conseguiría un sector más competitivo.

La iniciativa, liderada y coordinada por el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA), cuenta con el respaldo de los Gobiernos de Navarra, La Rioja y Aragón, así como un consorcio formado, de momento, por doce empresas —la lista se ampliará en los próximos días—, de las cuales cinco son pymes, y todas ellas desarrollan su actividad en la cadena de valor alimentaria.

Descarbonizar la cadena alimentaria

El proyecto plantea la creación de un modelo de transformación digital y sostenible de la industria alimentaria, un ambicioso plan alineado con el conjunto de políticas europeas, nacionales y regionales, así como con las necesidades del tejido empresarial de la cadena alimentaria y especialmente con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ‘España Puede’, del Gobierno de España. Este modelo está basado en cinco palancas que impactan en toda la cadena de valor del sector:

  • Producción primaria sostenible
  • Garantía de suministro de alimentos sanos, seguros, sostenibles y accesibles
  • Modernización y digitalización de la cadena de valor
  • Uso eficiente de recursos
  • Economía circular, reducción y reutilización de residuos

Cada una de las empresas participantes realiza su propio plan de transformación individual, de forma que actúan como banco de pruebas para validar y mejorar un modelo estándar que pueda extenderse a toda la industria agroalimentaria nacional e internacional. El proyecto contempla también la creación de un Hub de Innovación y Transformación que permita transferir el conjunto de aprendizajes e innovaciones desarrolladas al total de la industria alimentaria y otros agentes implicados, especialmente pymes, consiguiendo así una mayor relevancia y aplicación de los resultados conseguidos en la economía y la sociedad.