Nuevos ingredientes activos antimicrobianos frente a la salmonella o la listeriosis

El uso masivo y continuado de biocidas tradicionales y antibióticos para el control de microorganismos patógenos, los ha hecho más resistentes. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 10 % de la población mundial padece cada año alguna enfermedad de origen alimentario.

Fecha: 06-Oct-2022

Los microbios resistentes a los antimicrobianos se pueden transmitir a través de la cadena alimentaria, por contacto directo entre animales y personas o a través del medio ambiente. Unas 700 000 personas mueren cada año en el mundo debido a infecciones resistentes a los antimicrobianos.

Frente a esto, el centro tecnológico AINIA, con sede en Paterna, Valencia, ha desarrollado experimentalmente nuevos ingredientes activos con actividad antimicrobiana más selectiva y que no generan resistencia a patógenos comunes en la cadena de producción de alimentos. Como parte del proyecto MICROBIOSAFE —que cuenta con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y ha sido cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER)—, los investigadores han logrado ya avances en el campo de los antimicrobianos alternativos a los antibióticos tradicionales.

 

Nuevos ingredientes activos antimicrobianos

Para ello, han seleccionado algunos de los patógenos más importantes desde el punto de vista de la seguridad alimentaria —Salmonella, E. coli, S.aureus, P. aeruginosa, L.monocytogenes y Campylobacter— y, en un primer bloque, se ha trabajado en identificar dos cepas de bacterias acidolácticas, capaces de producir Nisina, una bacteriocina con propiedades antimicrobianas y activa frente a patógenos Gram positivos como el Staphylococcus aureus o la Lysteria. Para microorganismos gran negativos, como el Campylobacter, la Salmonella o el E. coli, se ha investigado en el aislamiento de virus bacteriófagos con capacidad de descomponer de forma específica, los patógenos diana. También se ha trabajado en identificar la secuencia de las enzimas que producen esta descomposición (llamadas endolisisnas) y se han diseñado microorganismos capaces de producirlas de forma eficiente.

Por último, mediante estudios de proteómica, se han identificado secuencias de péptidos antimicrobianos contenidos en las proteínas de distintas fuentes vegetales como el cáñamo, y en definir un procedimiento que permita su aislamiento por procesos de biocatálisis dirigida.

En cuanto a las posibles aplicaciones de estos compuestos, desde AINIA indican que es multisectorial, ya que se pretende que, una vez lleguen al mercado, puedan ser incorporados en alimentos como sistemas de conservación, en alimentación animal para la reducir el uso de antibióticos y en productos de limpieza industrial.