Los insectos beneficiosos y plantas reservorio para el control de plagas en cultivos de primavera bajo abrigo

En breve van a comenzar los cultivos de primavera en los invernaderos de la provincia de Almería, recuerdan desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía. El control biológico es la mejor opción para el control de las plagas actuales, así como las que puedan atacar a los cultivos de primavera. Las condiciones climáticas son las idóneas para la instalación de los organismos beneficiosos (días cada vez más largos y aumento de las temperaturas).

Fecha: 31-Jan-2023

Fuente: Agro

Con la subida de precio de la mayoría de insumos, se estima que el uso de auxiliares beneficiosos es la opción más rentable y económica para la lucha contra plagas y enfermedades.

La resistencia que plagas como la araña roja (Tetranychus urticae) y el pulgón (Aphis gosypii, Myzus persicae) están generando a los productos fitosanitarios más usados, no ocurre con los insectos auxiliares, convirtiéndose en una buena alternativa para controlar este tipo de plagas con la ayuda de plantas reservorio.

Se recomienda la siembra de plantas reservorio en el interior de los cultivos como mínimo un mes antes de la plantación del cultivo, ya que ofrecen un recurso alimenticio alternativo y refugios en las épocas adversas a la fauna beneficiosa, permitiendo su establecimiento y supervivencia de la fauna auxiliar durante todo el ciclo del cultivo. Dichas plantas, a diferencia de las sueltas inundativas, establecen un control preventivo y más económico al requerir menores dosis de introducción de enemigos naturales por superficie. Esto es de especial importancia en plagas como el pulgón, que se multiplica muy rápido y son difíciles de controlar cuando ya se dan focos importantes en el cultivo. El manejo de márgenes y setos en el exterior de los invernaderos suma a la conservación de poblaciones de enemigos naturales en el paisaje agrícola.

Se recuerda que el éxito del control biológico depende de la adopción de ciertas medidas relativas a la estructura del invernadero. Las condiciones de aislamiento como doble puerta y mallas con el espesor adecuado, impiden la entrada de insectos vectores de enfermedades.

Uno de los sistemas más utilizado y extendido ha sido el de utilizar plantas de cereal, dentro del invernadero, infestadas con pulgón (Rophalosiphum padi o Sitobium avenae) como huésped del parasitoide Aphidius colemani, que es la especie más utilizada para el control de los pulgones más comunes y dañinos en hortícolas Aphis gossypii y Mizus persicae.

Las recomendaciones generales para que plantas refugios resulten efectivas serían tales como:

  • Colocación de setos e islas vegetales para dar refugio a los enemigos naturales, especialmente en las bandas y en los pasillos del invernadero.
  • No deben ser sensibles a plagas y enfermedades de nuestro cultivo para que no se conviertan en potenciales transmisores de las mismas. Como por ejemplo las solanáceas silvestres muy sensibles a mosca blanca, minadores de la hoja o Tuta absoluta.
  • No invasoras, para no aumentar costes de mantenimiento.
  • Hospedadoras de especies de plagas monoespecíficas, como es el caso de los pulgones que solo viven de una o varias especies vegetales como, por ejemplo, en el caso de los cereales con Rophalosiphum padi o adelfa con Aphis nerii.
  • Especies estratificadas a nivel vegetativo tanto en el espacio (estratos herbáceos, subarbustivos, arbustivos y arbóreos) como en el tiempo (anuales con vivaces).  Cuanto más diverso sea el ecosistema, mayor será su capacidad para albergar de manera sostenible las comunidades de organismos beneficiosos, no solo artrópodos, sino también vertebrados (aves, reptiles, anfibios y mamíferos).

En los cultivos de otoño se han producido graves problemas en el campo Almeriense con respecto a ciertas plagas que se detectan por focos, por lo que se hace de gran importancia acoger estas medidas anteriormente citadas.