Los ingenieros agrónomos, ante el doble reto de la producción sostenible de alimentos y el cambio climático

El XII Congreso Ibérico de Agroingeniería, celebrado en Sevilla, fue un verdadero hito en la colaboración y el avance de la agroindustria, reuniendo a expertos de toda la Península y destacando la importancia de la innovación y la investigación en este campo crucial para la sociedad.

Fecha: 14-Sep-2023

Fuente: Interempresas

La Universidad de Sevilla, con sus más de cinco siglos de historia, sigue acogiendo interesantes y necesarios debates y reflexiones científicas que permiten avanzar en el conocimiento y en la resolución de los desafíos a los que se enfrenta la sociedad. Prueba de esta actividad es el Congreso que acogió la Facultad de Derecho de la institución académica los pasados días 4, 5 y 6 de septiembre en la capital andaluza.

La agricultura europea afronta importantes retos, incluyendo la protección de la biodiversidad, las limitaciones en el uso de pesticidas, la degradación de la calidad del suelo, el impacto de la pandemia de COVID-19 y el reto global del cambio climático. Para abordar estos desafíos, la investigación y el desarrollo científico e industrial en ingeniería agrícola y de biosistemas deben colaborar para ofrecer soluciones tecnológicas y estratégicas.

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Tal y como expresó José Enrique Fernández, profesor de Investigación del CSIC y responsable del grupo de Riego y Ecofisiología de Cultivos (IRNAS-CSIC), estos desafíos "nos obligan a pensar de otra manera". Y es aquí donde entra en juego el importante papel de estos profesionales, escasamente reconocidos por la sociedad en general pero que tienen en sus manos el futuro de la producción de alimentos en España y en Europa.

El investigador del CSIC ofreció en su presentación titulada 'Cómo regar con más población y menos agua' una serie de datos sobre la conveniencia de aplicar el riego deficitario en un contexto de escasez de agua como el actual. En su opinión, el modelo idóneo para hacer frente a los desafíos que tiene por delante la actividad es aquel donde se practica la agricultura intensiva-sostenible y en los sitios adecuados (diversificación), con la finalidad de "obtener la máxima producción con los mínimos recursos".

El XII Congreso Ibérico de Agroingeniería ha reunido a expertos de primer nivel en este campo, proporcionando un escenario único para conectar e impulsar soluciones a estos problemas globales. En su inauguración el evento contó con cargos influyentes en el ámbito académico y gubernamental. Entre ellos se encontraban Vicente Pérez García de Prado, viceconsejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía; José Manuel Quintero, director del Secretariado de Seguimiento, Acreditación y Calidad de Títulos de la Universidad de Sevilla; Carmen Jarén, presidenta de la Sociedad Española de Agroingeniería y Manuel Pérez Ruiz, presidente del Comité Organizador del Congreso y Catedrático de la Universidad de Sevilla.

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Más de 750 investigadores de la Península Ibérica

El Congreso ha contado con 100 inscritos y 96 artículos de una excelente calidad, lo que ha permitido que se involucren en este evento más de 750 investigadores y profesores del área de Ingeniería Agroforestal de toda la Península Ibérica. Durante tres días se ha profundizado en los últimos avances en áreas como la agricultura de precisión, energía, proyectos, tecnología de invernaderos, construcción e infraestructuras rurales, suelo y agua, etc.

Este congreso se consolida como un foro para compartir avances en conocimientos científicos que luego puedan ser recogidos por otras asociaciones del sector agroalimentario, más orientadas a la transferencia, para “procesarlos y reelaborarlos”, a fin de que lleguen a las empresas y puedan, efectivamente, ser aplicados para aumentar su eficiencia y competitividad y conseguir así la transformación que buscamos en el sector y en la sociedad.

Otro aspecto destacado de este foro ha sido la elevada presencia de jóvenes investigadores que han querido compartir su trabajo en el ámbito de la agroingeniería. "Es esencial que las nuevas generaciones se involucren en los retos de la Agroingeniería, pues serán quienes lleven adelante las innovaciones y descubrimientos que marcarán la diferencia en el futuro. Se trata de un compromiso compartido entre juventud y veteranía, imprescindible para que avancemos con valentía hacia un futuro mejor", aseguró Manuel Pérez Ruiz, director del Máster en Agricultura Digital e Innovación Agroalimentaria de la Universidad de Sevilla.

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La última jornada del congreso se centró en una visita técnica al grupo empresarial de alimentación Ybarra, referente en Andalucía y de los primeros en volumen de negocio en España. Está presente en más de 90 países. Fundado en 1842, nace dedicado a la elaboración de aceite de oliva. Más tarde, amplió su negocio al mercado de mayonesas, salsas, vinagres, verduras, aceitunas, tomates y sal. Además, dicho centro industrial, que está dotado de 550 equipos de producción y 15 líneas de envasado de salsas y aceites, cuenta con la tecnología 'Mes 4.0', para gestionar el gas, aire comprimido y vapor.

Es una industria 4.0 que tiene una red de comunicaciones industriales de fibra óptica y un sistema central de supervisión y control. Toda la información de los procesos productivos es conocida y analizada en tiempo real y el sistema de supervisión está preparado para integrar nuevas tecnologías que puedan surgir en el futuro.

Reflexiones

El congreso también nos deja mensajes muy contundentes sobre los que debemos reflexionar: (1) las consecuencias de la renuncia europea a su independencia tecnológica, (2) la necesidad de demostrar con experimentación aplicada realizada en las propias explotaciones el beneficio económico de la adopción de tecnología, para que los agricultores incorporen las innovaciones que se están desarrollando en los centros de investigación, (3) la utilidad de los modelos de inteligencia artificial para ayudar a resolver problemas complejos con la necesaria colaboración humana, (4) los biocombustibles pueden ser una alternativa efectiva al uso de combustibles fósiles para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y (5) la conveniencia de abordar la resolución de problemas en sistemas complejos, como el agrícola, con equipos de trabajo multidisciplinares.

El Congreso Ibérico de Agroingeniería, de carácter bianual, volverá a celebrarse en la localidad portuguesa de Coimbra en 2025 en lo que será su decimotercera edición.