Los científicos españoles alertan sobre el declive de insectos polinizadores

La Asociación Española de Entomología, junto a Ecologistas en Acción, ha lanzado una campaña bajo el nombre de “Sin insectos no hay vida”, para reclamar más investigación en este campo y demandar más protección para este grupo de especies, que aportan a la producción agrícola mundial entre 235.000 y 575.000 millones de dólares.

Fecha: 27-Oct-2020

Fuente: Horto info

 Los científicos españoles han alertado sobre el declive que sufren las poblaciones de insectos, especialmente las especies polinizadoras, un fenómeno que cada vez se conoce mejor a nivel mundial, y del que existen también indicios en España.

La Asociación Española de Entomología, junto a Ecologistas en Acción, ha lanzado una campaña bajo el nombre de “Sin insectos no hay vida”, para reclamar más investigación en este campo y demandar más protección para este grupo de especies, que sufre una tasa de extinción ocho veces más rápida que los mamíferos, aves o reptiles.

“Nos falta datos sobre esa disminución, pero hay sospechas de que España vive el mismo proceso global de desaparición de insectos”, señaló José Luis Viejo Montesinos, catedrático de Zoología de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Madrid.

En parecidos términos se expresó Concepción Ornosa, profesora de Biodiversidad de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense de Madrid.

Theo Oberhuber, responsable de campañas de Ecologistas en Acción, recordó el estudio realizado en el 2017 y en el que se demostró que más del 75% de la biomasa de insectos voladores había desaparecido de las áreas protegidas en Alemania.

Un estudio llevado a cabo en Estados Unidos en el año 2015 alertó sobre el grave descenso de las poblaciones de abejas silvestres en las principales áreas de cultivo del país, lo que estaba aumentando los costes de producción.

Sin embargo, la importancia de los insectos cada vez está más clara. “Son imprescindible para el mantenimiento de los ecosistemas”, resume Eduardo Galante, presidente de la Sociedad Española de Entomología.

“Si desaparecieran los insectos, científicamente se sabe que en pocas semanas la vida en la tierra se colapsaría”, asegura.

Un problema añadido es que la tasa de desaparición de los insectos es ocho veces superior a la de mamíferos, aves y reptiles.

Se calcula que existen un millón de especies de insectos, lo que representa el 80% de la biodiversidad del planeta, pero habría otras 30 millones de especies más.

Los escarabajos, los dípteros (moscas, mosquitos) y sobre todo las mariposas y las abejas son excelentes polinizadores. La profesora Concepción Ornosa recordó los enormes beneficios que estos aportan a la producción agrícola mundial cifrada en entre 235.000 y 575.000 millones de dólares.

“Tres cuartas partes de nuestra comida la polinizan las abejas. El 84% de las especies vegetales y el 76% de la producción alimentaria de Europa depende los insectos polinizadores”, añadió la profesora.

Las especies de insectos más amenazadas son las mariposas, abejas, libélulas y escarabajos, de las que en muchos casos no hay suficiente información.

El declive se debe en primer lugar a la pérdida de hábitats sobre todo por los usos agrícolas, así como a la utilización de biocidas (plaguicidas, herbicidas…), la deforestación, la pérdida de praderas y pastos, la incidencia de patógenos o el cambio climático.

Sin embargo, el 40% de los polinizadores están en peligro (el 9% de las de Europa) y muy pocos de ellos están en los catálogos para ser protegidos.

“No sólo estamos ante una pérdida de insectos en su distribución horizontal sino también en su distribución en altura, lo que causa la desaparición de pérdidas de poblaciones enteras”, dice Ornosa.”

El declive de la abejas afecta a todo el mundo, sobre todo a los abejorros”.

Oberhuber indicó que la campaña persigue concienciar a la ciudadanía y la administraciones de las “graves consecuencia económicas, sociales y ecológicas que se derivan de la desaparición de insectos”.

La campaña (“Sin insectos no hay vida”) tiene como finalidad última evitar que continúe la destrucción de los hábitats de los insectos, reducir la utilización de los plaguicidas i impulsar los buenas prácticas. Igualmente, apuntó que el objetivo último es recuperar los ecosistemas degradados y, sobre, todo lograr que más especies de insectos se incorporen a las listas y catálogos de especies que deben ser protegidas.

Oberhuber declaró que “se está avanzando poco” en la protección de los insectos polinizadores. “Necesitamos a la sociedad para presionar al Ministerio para la Transición Ecológica”, dijo, antes de criticar al Ministerio de Agricultura por tolerar el uso de plaguicidas no autorizados, dada la falta de control. Asimimo, pidió al Ministerio de Agricultura una mayor reducción del uso de plaguicidas.

Apoyo social

Una de las afirmaciones más reiteradas es la falta de información y de investigación que hay en España. Así lo ha transmitido Eduardo Galante, que ha responsabilizado al mundo de la ciencia de no saber transmitir la importancia de los insectos para el mantenimiento del planeta.

También ha abundado en la idea de que los insectos no están bien vistos por la sociedad por ser considerarlos animales molestos, causantes de plagas y transmisores de enfermedades.

Por eso, Eduardo Galante ha considerado fundamental este tipo de campañas para concienciar a la sociedad.

"Calculamos que puede haber 30 millones de especies en todo el mundo. Aún queda mucho por investigar y conocer cuántas están desapareciendo y así saber qué papel tienen en los ecosistemas", ha afirmado Galante, que ha añadido que solo en España hay más especies de insectos (50.000) que especies de animales de gran tamaño en el mundo (45.000 especies de vertebrados).