La UE anula las restricciones a los lácteos de origen vegetal

En octubre de 2020 el Parlamento Europeo rechazó todas las propuestas dirigidas a la censura a la alimentación vegetal reservar ciertas denominaciones a productos que contengan carne, de modo que los productos sustitutivos de la carne elaborados a partir de vegetales, pudieron seguir comercializándose con los nombres habituales.

Fecha: 27-May-2021

Sin embargo, respecto a las alternativas vegetales a los lácteos, el Parlamento Europeo decidió prohibir el uso de términos como ‘estilo yogur’ o ‘alternativa al queso’ en este tipo de productos. En este sentido, denominaciones como ‘leche de soja’ o ‘queso vegano’ ya estaban prohibidas con anterioridad en la UE, de modo que en la votación de octubre pasado los eurodiputados dieron un paso más allá, asestando un duro golpe a las posibilidades de comunicación de estas alternativas lácteas veganas.

Lácteos de origen vegetal

Y ahora, tanto el Parlamento Europeo como el Consejo Europeo y la Comisión Europea han rechazado la enmienda 171, denunciada por casi medio millón de consumidores/as como un ataque a la sostenibilidad a través una petición iniciada por ProVeg International a la que se unieron organizaciones como Greenpeace y WWF, y empresas del sector plant-based como Upfield, Oatly, Nestlé y Alpro.

Una enmienda que, de haber salido adelante habría prohibido, entres otras cuestiones, formatos de envases conocidos, como un cartón de leche vegetal o un bloque de margarina vegetal, las representaciones visuales de los alimentos de origen vegetal si se pudiera considerar que evocaban o imitaban a los productos lácteos, afirmaciones con base científica que compararan los alimentos de origen vegetal con los lácteos, información esencial sobre alérgenos, como ‘no contiene leche’, o términos descriptivos útiles como ‘cremoso’, ‘mantecoso’, ‘utilizar como nata para cocinar’ o ‘alternativa vegana al yogur’.

Según ProVeg, organización internacional a favor de transformar el sistema alimentario global reemplazando los productos de origen animal por alternativas de origen vegetal y cultivadas, la decisión de la UE refleja el consenso científico, respaldado públicamente por el IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático), la FAO, la OMS y la Comisión EAT-Lancet, cuyas recomendaciones son unánimes en cuanto a la urgente necesidad de avanzar hacia dietas basadas en plantas: «Esta es una victoria del sentido común [..] Sería absurdo censurar los productos vegetales a la vez que se dice a los/as consumidores/as que elijan una alimentación más vegetal. Sería como censurar los coches eléctricos o el papel reciclado. Aplaudimos a la UE por su acierto bajo la inmensa presión de los intereses imprudentes que van contra el medio ambiente», apunta Jasmijn de Boo, vicepresidente de ProVeg International.

Por su parte, representantes de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) han declarado que en este sentido “existe un gran consenso entre las autoridades de alimentación, dietética y nutrición y organismos internacionales que defiende que, tanto por salud como por el medioambiente, nuestra dieta debe incluir cada vez más productos vegetales y menos animales».