La alimentación porcina ha registrado una evolución positiva, después de un ligero retroceso en 2016. Los efectos aún persistentes de la peste porcina africana en Europa oriental pesaron significativamente en el desarrollo de la producción de carne de porcino. La excepción sigue siendo Polonia, que, a pesar de la amenaza permanente de la PPA, logró aumentar su
producción en un 7%.

En la alimentación para el ganado vacuno, hay una imagen extremadamente contrastada en Europa: los países del norte de Europa han registrado un crecimiento de volúmenes entre 4 y 12%, mientras que los países del sur, en general, han estabilizado su producción. No obstante, España estableció otro récord de producción, y países del Este, como Polonia y Bulgaria han visto un aumento significativo de la producción (8% y más).

La influenza aviar ha afectado a varias regiones productoras de aves de Europa, en particular a Francia y Hungría. Sin embargo, en otros países de la UE hubo un aumento de producción, lo que generó un incremento general del 1,4% en 2017 frente a 2016, confirmando así, su posición de segmento líder de la producción de piensos compuestos industriales de la UE, muy por delante de la alimentación porcina.

Por cuarto año consecutivo, Polonia ha sido uno de los países con mejores resultados, con un crecimiento anual de + 7,5%, impulsado por la demanda de alimentos para aves de corral, lo que convirtió a Polonia en el mayor país productor de aves de corral de la UE. Polonia también ha registrado un incremento del 8% en la alimentación del ganado vacuno. Todos los grandes países productores de piensos (más de 10 Mt anuales) han visto crecer su producción (entre el 0,4% y el
3,5%), a excepción de Francia, que aún lucha por recuperarse del brote de la influenza aviar.

Alemania sigue siendo el primer país productor de alimentación animal, seguido por España, lo que amplía la brecha con Francia, que se mantiene en la tercera posición.