La producción de cereales en la 22/23, según la FAO, será de 2.764,7 millones, un 1,7% inferior que en la previa

El pronóstico más reciente de la FAO sobre la producción mundial de cereales en 2022 se ha incrementado en 8,3 millones de toneladas (un 0,3 %) este mes, ubicándose en 2 765 millones de toneladas, aunque aun así representa una reducción interanual del 1,7 %. El aumento guarda relación fundamentalmente con el trigo y refleja las revisiones al alza efectuadas respecto de Australia y la Federación de Rusia, que elevaron el pronóstico sobre la producción mundial de trigo hasta 794 millones de toneladas y reforzaron las expectativas de una producción sin precedentes en 2022.

Fecha: 08-Feb-2023

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En cuanto a los cereales secundarios, la producción mundial se estima en 1 459 millones de toneladas en 2022, cifra que representa una disminución moderada en comparación con el último pronóstico, de diciembre, y se encuentra actualmente un 3,3 % por debajo del nivel de 2021. La reducción más reciente obedece a las estimaciones de descenso de la producción de maíz en los Estados Unidos de América, la Federación de Rusia y la Unión Europea, que contrarresta con creces la revisión al alza de la producción en China.

El pronóstico acerca de la producción mundial de cebada se ha incrementado moderadamente, sobre la base de una recuperación de las perspectivas para las cosechas en Australia, mientras que el pronóstico sobre la producción mundial de sorgo se mantiene invariado desde diciembre.

En cuanto al arroz, las valoraciones publicadas en diciembre por funcionarios chinos apuntan a un nivel de plantaciones inferior a lo previsto anteriormente por la FAO, especialmente en las zonas productoras del noreste, lo cual se sumó a ciertas reducciones del rendimiento como consecuencia del calor y la sequedad en las zonas meridionales del país. La revisión a la baja de la producción de arroz en China contrarrestó con creces las revisiones al alza efectuadas respecto de varios otros países, en particular Bangladesh, donde las autoridades informan de los resultados positivos del segundo cultivo más importante de la campaña, pese a algunos contratiempos relacionados con las precipitaciones en la fase de siembra. Como resultado de ello, según las previsiones actuales la producción mundial de arroz se situará en torno a los 512 millones de toneladas (arroz elaborado), esto es, 1,2 millones de toneladas menos que lo pronosticado en diciembre y un 2,6 % por debajo del máximo histórico de 2021.

2023

Con respecto a la producción en 2023, en el hemisferio norte se ha sembrado la mayor parte de los cultivos de trigo de invierno y los primeros indicios apuntan a una ampliación de la superficie en varios de los principales países productores, principalmente debido a los precios elevados. Aunque los precios de los fertilizantes cayeron en los últimos meses, siguen siendo elevados, lo que podría dar lugar a que se redujeran las dosis de aplicación, con probables consecuencias negativas para los rendimientos.

En los Estados Unidos de América, se estima que la superficie sembrada con trigo de invierno en 2023 será la mayor de los últimos ocho años, con un aumento interanual del 11 %. Las condiciones de sequía, que se prevé continuarán en los próximos meses, están afectando a la principal región productora, las grandes llanuras centrales; sin embargo, el tiempo seco ha remitido parcialmente en las demás regiones, lo que ha dado lugar a mejoras en la situación de los cultivos.

En el Canadá, si bien la mayor parte de los cultivos de trigo se siembra en primavera y pese a que se pronostica una reducción de la siembra de invierno, las previsiones indican que la superficie total sembrada con trigo aumentará un 2 % en 2023, como consecuencia de los precios remunerativos de los cultivos.

En la Unión Europea aún no se dispone de estimaciones oficiales de la superficie sembrada con trigo de invierno, pero se prevé que las plantaciones se mantengan por encima del promedio trienal precedente y próximas al nivel de 2022 gracias a unas condiciones atmosféricas en general propicias y al apoyo de los incentivos de precios vigentes.En el Reino Unido  e Irlanda del Norte, las expectativas indican un aumento del 1 % en la siembra de trigo de invierno, favorecido por el buen tiempo y unos excelentes precios de la producción. En la Federación de Rusia, las amplias disponibilidades internas y los reducidos precios internos podrían dar lugar a una ligera disminución de la siembra de trigo. En Ucrania, las graves limitaciones financieras, los daños a la infraestructura y la obstrucción del acceso a los campos en algunas partes del país han tenido como resultado una reducción interanual de la superficie sembrada con trigo de invierno estimada en un 40 % para 2023.

En la India, se prevé que la superficie cultivada con trigo en 2023 superará el nivel récord del año pasado, a raíz de la subida de los precios de mercado y de los precios garantizados por el Gobierno, así como de condiciones favorables de siembra. En el Pakistán, los pronósticos indican que la siembra de trigo en 2023 seguirá siendo superior al promedio quinquenal y que las aguas estacionarias resultantes de las grandes inundaciones de 2022 supondrán un obstáculo menor de lo que se había previsto inicialmente.

En los países del hemisferio sur, la mayor parte de los cultivos de cereales secundarios de 2023 se habían sembrado para finales de 2022. Los agricultores del Brasil, alentados por precios atractivos, podrían aumentar la superficie total sembrada con maíz hasta llegar a un máximo histórico, concentrándose gran parte del incremento en el principal estado productor, el Mato Grosso. En la Argentina, el bajo nivel de humedad de los suelos limitó la siembra de los cultivos de maíz de plantación temprana y, por consiguiente, se prevé que la superficie total de maíz se contraerá ligeramente en 2023. En Sudáfrica, en parte debido a los abundantes suministros internos, se produjo una reducción del 3 % de las plantaciones de maíz en 2023; hasta el momento las condiciones atmosféricas han sido favorables, lo que constituye un buen augurio para las perspectivas de rendimiento.

Según las previsiones, pese a una revisión al alza de 1,7 millones de toneladas del pronóstico de diciembre, la utilización mundial de cereales en 2022/23 se contraerá en 19 millones de toneladas (un 0,7 %) respecto del nivel de 2021/22 y se situará en 2 779 millones de toneladas. El aumento mensual deriva principalmente de un ajuste al alza de 3,0 millones de toneladas de la utilización de trigo, fundamentalmente a raíz de un mayor uso de trigo como pienso en China, los Estados Unidos de América y la Unión Europea. Tras esta revisión al alza, se prevé que la utilización mundial de trigo en 2022/23 ascenderá a 778 millones de toneladas, esto es, 4,6 millones de toneladas (un 0,6 %) por encima del nivel estimado de 2021/22. Por el contrario, una utilización como pienso menor de lo previsto anteriormente —sobre todo de maíz en los Estados Unidos de América, la Federación de Rusia, la Unión Europea y Viet Nam y de sorgo en China— ha ocasionado una revisión a la baja de 1,8 millones de toneladas del pronóstico de la FAO sobre la utilización total de cereales secundarios en 2022/23, que actualmente se cifra en 1 482 millones de toneladas, es decir, unos 22 millones de toneladas (un 1,4 %) por debajo del nivel estimado para 2021/22. Gracias a una revisión al alza de 600 000 toneladas, el pronóstico de la FAO sobre la utilización mundial de arroz en 2022/23 se ha incrementado hasta alcanzar los 519,5 millones de toneladas, lo que supone una variación marginal respecto del máximo alcanzado en 2021/22, como consecuencia de las expectativas de que el aumento del consumo de arroz como alimento compense en gran medida los recortes previstos en su uso como pienso y con fines industriales.