La potencia del campo Aragonés

El autor repasa los datos básicos de la actividad agroalimentaria en Aragón, poniendo en valor su contribución relevante a la economía regional y el empleo, así como la importancia creciente de las exportaciones. También detalla las políticas del Gobierno de Aragón para el sector agrario y destaca su importancia para fijar a la población en el medio rural.

Fecha: 23-Jul-2018

Fuente: UPA

Aragón es la cuarta comunidad autónoma en cuanto a superficie del país, sin embargo es una de las más despobladas de España, como se refleja en los datos del padrón de sus 731 municipios, muchos de ellos sin relevo generacional.

El campo y su sector agropecuario juegan un papel fundamental en Aragón porque siguen teniendo un enorme potencial en la economía aragonesa y en el necesario equilibrio territorial, por ello su constante modernización ha contribuido a impulsar importantes iniciativas en las tres provincias que contribuyen a hacer una comunidad más desarrollada.

Durante los últimos años, la agroalimentación aragonesa está experimentando un importante desarrollo, que se verá incluso intensificado a corto plazo, como consecuencia del buen hacer y profesionalidad de los agricultores y los ganaderos, de la laboriosidad de los trabajadores del sector y, sobre todo, de la apuesta y compromiso empresarial concretado en importantes proyectos y relevantes iniciativas.

En conjunto, el sistema agroalimentario aragonés aporta un valor añadido bruto próximo a los 4.000 millones de euros, que supone algo más del 10% del PIB regional.

También aporta el 12% de la ocupación total, lo que equivale a unos 65.000 empleos, una cifra muy importante que contribuye decisivamente a que alguna provincia, como es el caso de Huesca, esté ya rondando el pleno empleo. También es decisivo para que el PIB de la comunidad se haya disparado en 2017 hasta el 3,5%. De hecho, Aragón fue la región que más creció de España el pasado año, nueve décimas por encima del año anterior, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística.

Esas mismas tendencias se recogen en las exportaciones aragonesas, que registraron en 2017 un incremento interanual del 10,6% en el conjunto del año 2017, mientras que en España el incremento fue del 8,9%, de acuerdo con los datos del Ministerio de Economía.

La agroalimentación aragonesa tiene una decidida vocación exportadora, siendo el mercado global el destino obligado de una producción equivalente al consumo de una población que supera entre 12 y 15 veces la población de Aragón. El sector ha llevado a cabo un meritorio y exitoso esfuerzo de internacionalización, especialmente destacable en el ámbito cárnico y del vino.

En 2017, la industria agroalimentaria aragonesa también batió un nuevo récord con unas ventas al exterior de 1.201 millones de euros, que supusieron un aumento del 21% con respecto a 2016 y del 68% con respecto a 2013.

Y es que, en Aragón, el “campo” es el eslabón imprescindible de una cadena agroalimentaria que integra un complejo de actividades industriales, logísticas y comerciales. Una cadena que, haciendo de los productos agrícolas y ganaderos alimentos listos para su consumo final, también incluye importantes servicios avanzados entre los que no faltan las actividades de I+D.

Todo ello está contando con el decidido impulso del Gobierno de Aragón que, aplicando también fondos europeos y nacionales, en los tres últimos años ya ha puesto a disposición del sistema agroalimentario aragonés 220 millones de euros como subvención a la inversión.

Y en este contexto, el apoyo del Gobierno de Aragón ha facilitado la incorporación de más de mil jóvenes agricultores, la modernización de 500 explotaciones agropecuarias, la mejora de redes colectivas de riego (gestionadas por comunidades de regantes) correspondientes a 15.000 hectáreas, la implantación o ampliación de numerosas plantas agroindustriales distribuidas por el extenso territorio aragonés, así como el desarrollo de un importante elenco de proyectos de promoción agroalimentaria, acompañado de transferencia del conocimiento y de I+D+i.

El potencial de la agroalimentación es decisivo para asentar población en el mundo rural y luchar contra la lacra de la escasez de habitantes en muchos lugares de nuestra comunidad. Por ello, tres de los objetivos estructurales del Gobierno en el ámbito agropecuario son el rejuvenecimiento del sector, el incremento de la competitividad y la creación de empleo joven en el medio rural, con especial prioridad hacia la mujer, no en vano únicamente el 20% de los agricultores incorporados son mujeres, por lo que hay que seguir avanzando para normalizar la figura de la mujer agricultora en la sociedad.

En este contexto, el Gobierno de Aragón está impulsando el desarrollo agroalimentario también como política prioritaria para hacer frente a los graves problemas de desequilibrio territorial y a la despoblación que sufre la comunidad autónoma, y de forma coordinada con otras prioridades políticas fundamentales como son especialmente, por sus efectos sinérgicos, la logística y las energías renovables. El objetivo final no solo es que Aragón cuente con un sector agropecuario muy desarrollado, con futuro, sino que contribuya a combatir la despoblación en el medio rural, a hacer un Aragón más equilibrado y a seguir generando riqueza.