La guerra en Ucrania, los elevados costes de producción y los altos precios tanto de cereales como de maíz generan incertidumbre en los productores de patata europeos

Tras la invasión rusa en Ucrania, los mercados de la patata se han mostrado algo indecisos durante las últimas semanas, aseguran desde la NEPG, asociación que agrupa a los productores de este tubérculo de Francia, Alemania, Holanda y Bélgica. Pero no hay motivos para que cambien mucho los precios de compra libre ni las ventas de productos transformados en la Unión Europea y en el extranjero. La actividad de transformación en la zona NEPG es buena y funciona al máximo de las posibilidades actuales y la industrias necesitan patatas, afirman.

Fecha: 22-Mar-2022

Tags: patata

No obstante, existe un cierto grado de incertidumbre en cuanto a la disponibilidad y los costes del aceite de fritura (para las próximas semanas y meses, para el año que viene), así como dificultades logísticas (conductores y camiones, contenedores y envíos) y el consiguiente aumento de los costes.

Los elevados costes de producción y los buenos precios de los cereales y el maíz podrían influir en las plantaciones

A principios de este año, se esperaba que los costes de producción de la próxima temporada aumentaran entre un 15 y un 20%. El gas, la gasolina y la electricidad han registrado precios tremendos desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania.  Lo mismo ocurre con los fertilizantes, principalmente el nitrógeno y la potasa... Y estos aumentos multiplicados por 2, 3 o 4 tendrán inevitablemente consecuencias en todos los precios de las materias primas y los productos que entran en la cadena de valor de la patata.

Una parte de la superficie destinada primero a la patata será sembrada por cereales de primavera, maíz en grano o girasol. Algunos productores de patatas se han puesto en contacto con las industrias con los que han firmado (o tenían previsto firmar) contratos, pidiendo precios más altos o condiciones más flexibles.

Todos los agentes de la cadena de la patata se enfrentan a unos costes de producción más elevados. Para que los productores obtengan un precio justo, la distribución y las industrias  deben poder vender las patatas envasadas o transformadas a un precio más alto a la venta al por menor. Y los consumidores también tendrán que pagar más.

Por último, el cambio climático (una primavera y un verano secos y calurosos, por ejemplo) podría complicar aún más las cosas...

Mirando al futuro

Los productores deben darse cuenta de que, a pesar de esta crisis tan importante, los países que integran la NEPG (y otros del mundo) seguirán necesitando patatas y productos de patata en el futuro.

Las condiciones de los contratos y las incertidumbres de los costes de producción deben tenerse muy en cuenta antes de tomar cualquier decisión sobre la importancia de las hectáreas y las plantaciones individuales de patatas.

Las dificultades relacionadas con el cultivo de la patata (disponibilidad de tierras y precios de alquiler, consecuencias de las nuevas normativas nacionales y/o de la PAC sobre el subarriendo) también podrían influir en las plantaciones de patata de esta temporada y de 2023