La Fundación Bancaria “la Caixa”, el CREAF y el ICTA presentan el estudio pionero ‘Bosques sanos para una sociedad saludable’

Primera investigación en bosques mediterráneos que analizará científicamente el vínculo entre la salud humana y la de las masas forestales.

Fecha: 05-Dec-2017

Fuente: CREAF

Àngel Font, director corporativo de Investigación y Estrategia de la Fundación Bancaria “la Caixa”; Martí Boada, profesor e investigador del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA) y Jordi Vayreda, investigador del Centre de Recerca Ecológica y Apliaciones Forestals (CREAF), han presentado hoy en el Palau Macaya de la Obra Social “la Caixa” el proyecto pionero Bosques sanos para una sociedad saludable. Un estudio de investigación que analizará no sólo el papel que juegan los bosques como potencial fuente de salud para las personas, sino también cómo el estado de salud de las masas forestales puede modificar la salud humana. La investigación, que nace del creciente interés social y científico sobre los efectos del contacto con el medio natural en nuestra salud, se sustentará en una línea experimental y una línea participativa.

La línea experimental del proyecto analizará los principios activos que emiten las plantas y como interaccionan con nuestra salud

La primera de ellas está liderada por el ICTA-UAB, y su propósito es conocer cómo los bosques pueden afectar a la salud humana. Para ello, los investigadores analizarán en bosques del Montseny los principios activos que emiten las plantas, y de qué forma pueden interaccionar con nuestra salud. En una fase posterior medirán si la madurez del bosque, entre otras características, hace variar las concentraciones de estas substancias químicas e investigarán cómo dichas sustancias se incorporan y se metabolizan en el cuerpo humano después de estar en el bosque.
La línea participativa estudiará el estado de salud de los bosques a través de la ciencia ciudadana

El CREAF estudiará qué estado de salud tienen los bosques actualmente y cómo cambiará en un futuro más cálido y árido como el que se prevé. Para ello, contará con una plataforma de ciencia ciudadana llamada Alerta Forestal. Así, se creará una red de vigilantes de los bosques que avisarán, mandando fotografías con sus móviles, si ven algún bosque afectado por procesionaria, sequía, viento o nieve, una información imprescindible para obtener datos a tiempo real y de gran detalle. El proyecto también buscará la participación de los usuarios de drones. Con los drones se podrán fotografiar afectaciones de grandes extensiones, con un gran nivel de detalles, e incluso crear modelos 3D, algo inédito hasta el momento. Esta información servirá para crear y mejorar modelos matemáticos que ayuden a predecir cómo serán los bosques del futuro y cómo variará la relación entre éstos y la salud de las personas. “Los bosques aportan servicios y bienes tan beneficiosos y tan imprescindibles que podemos afirmar que la vida en las ciudades sería mucho peor sin la presencia de bosques en nuestro territorio”, explica Jordi Vayreda, investigador del CREAF.
El Montseny, un laboratorio natural para investigar los efectos del bosque en la salud

La parte experimental se llevará a cabo en bosques mediterráneos de encinas, alcornoques, pinos y hayas, en zonas del Parque Natural del Montseny – Reserva de la Biosfera. Este paraje se ha escogido porque es muy diverso y es uno de los parques más visitados en Cataluña, pero los resultados serán extrapolables a otras regiones. Se tomarán muestras de aire para analizar las substancias químicas que emiten las plantas en cada bosque y ver qué aspectos las hacen variar.
El interés por estos temas ha derivado hoy en día en una oferta de actividades dirigidas en espacios naturales, como los baños de bosque, de los que nunca nadie aún ha demostrado experimentalmente sus efectos. Este proyecto será el primero en intentarlo. Lo que pretende el estudio presentado hoy es, según sus investigadores, comprender los mecanismos químicos y fisiológicos por los que el bosque puede tener un papel directo en la salud humana. “No centramos la atención en el bosque como un lugar al que acudir en caso de padecer una enfermedad – indica Albert Bach, investigador del ICTA-UAB –, sino que vamos a tratar de averiguar de manera experimental lo que le ocurre a cualquier persona cuando entra en contacto con algunos de los compuestos orgánicos volátiles más comunes que emiten las plantas presentes en nuestros bosques”, aclara.

 

Los ciudadanos, los vigilantes de los bosques

Desde hoy mismo, todas las personas que visiten los bosques con sus teléfonos móviles, o que tengan como afición hacer volar drones y tomar fotografías, podrán alertar a través de la web Alerta Forestal sobre zonas forestales afectadas por sequía, procesionaria y vendavales.

Hasta el momento, parte de esta información ya está siendo recogida de manera precisa gracias a la dedicación y el criterio experto de los agentes rurales. Esas campañas, sin embargo, tienen una duración limitada y en ocasiones la naturaleza muestra los efectos de las sequías fuera del periodo esperado. Por ello, tener un sistema de alertas tempranas con la colaboración ciudadana va a ser un complemento muy interesante a la información que ya tenemos, aunque no pueda tener la misma precisión.
Un bosque afectado por sequía o por la oruga de la procesionaria ofrece unas peores condiciones para el paseo y para otros usos en comparación con aquellos bosques que se encuentran en un buen estado de salud. Por eso, para planificar itinerarios saludables se necesita conocer con precisión dónde se encuentran los bosques más sanos y los menos sanos. Además, se necesita saber cómo cambia la salud de los bosques en función del clima local, la pendiente, la orientación, la estructura del bosque y la existencia o ausencia de gestión forestal. Con toda esta información se utilizaran modelos matemáticos para predecir cuáles serán los espacios más saludables en un futuro cercano, teniendo en cuenta que las condiciones ambientales y climáticas están cambiando en todo el planeta.