La climatología extrema está marcando una campaña lastrada por el alto coste de fertilizantes, gasóleo y fitosanitarios y una gran incertidumbre respecto al futuro. Si bien el invierno fue benévolo y dejo a los sembrados bien preparados, la primavera ha mostrado su peor cara, con escasas lluvias en zonas de la provincia de Huesca, con las heladas de principios de abril que afectaron a todo el territorio de nuestra comunidad, y cuyos efectos se comienzan a ver ahora y con unas temperaturas anormalmente elevadas para mitad de mayo cuyos efectos negativos están por valorar. La predicción de cosecha es de 930.000 de toneladas en el caso de la provincia de Huesca, y de 2.090.000 de toneladas en el caso de Aragón. Caso de no darse un llenado óptimo del grano, lo más probable dado las altas temperaturas que estamos soportando esta semana, la reducción de cosecha respecto la campaña anterior será de un 25-30%. Los cultivos más afectados van a ser las cebadas tardías, trigos y también se verá