El principal objetivo es colaborar con el sistema para obtener unos resultados óptimos de la recogida en origen, del reciclado y de la gestión circular de los residuos plásticos agrarios en España.

La finalidad de MAPLA es organizar y financiar un nuevo sistema colectivo de recogida y gestión de los residuos plásticos agrarios no envases, basado en la Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP), pero también con la responsabilidad compartida de todos los agentes de la cadena de valor, siendo especialmente relevante el papel de los agricultores, que serán los principales usuarios del sistema.

La reunión de constitución ha contado con una representación mayoritaria de las organizaciones y entidades del sector agrario y de la producción hortofrutícola, y se ha conseguido así formar una comisión que dará voz a los agricultores y ganaderos, con la máxima participación.

Testimonios

El presidente de MAPLA, Vicente Cejas, ha señalado que “el papel de los agricultores es fundamental e imprescindible en MAPLA, por eso hemos considerado necesario crear esta comisión como foro de intercambio y consulta sobre la operativa del Sistema”.

Durante la reunión, el director de MAPLA, José Mª Bermejo, ha destacado que «nuestro fin es proporcionar un buen servicio de gestión y ofrecer transparencia a los agricultores y ganaderos y para ello debemos conocer su opinión y tener una comunicación bidireccional. Por ley, en los SCRAPS (Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor) la responsabilidad la asume el fabricante de los productos plásticos, pero, para la correcta gestión de los residuos, es fundamental contar con un órgano consultivo (CRA) que represente al sector al que van destinados los servicios organizados por MAPLA».

La Comisión se crea con el objetivo principal de contar con su experiencia y opinión directa, además de atender a las necesidades que las diferentes áreas geográficas y productivas de carácter agrario puedan tener de cara a la gestión de los residuos plásticos que entren dentro del SCRAP desarrollado por MAPLA.

El papel del sector agrario y cooperativas es clave para que los residuos plásticos que se recojan reúnan la calidad adecuada y se adapten a las necesidades de reciclado de cada producto.

Se trata de dar el mejor servicio al agricultor y la mejor vida a los plásticos, y la colaboración de toda la cadena de valor es la mejor forma de conseguir que este sistema, de reciente creación, sea exitoso.

El sistema

En 2022 comenzará la operativa de MAPLA con la gestión de los filmes usados en todo el territorio nacional, contribuyendo a la financiación de la recogida y valorización de los residuos mediante una ecocontribución desde la primera comercialización de los productos –similar a otros modelos ya implantados en España– como los de envases fitosanitarios, los de neumáticos, o los de equipos electrónicos.

MAPLA está trabajando en diseñar la operativa del sistema definiendo la modalidad de recogida y tratamiento específica de las distintas zonas de España.

Por otro lado, se está preparando la solicitud de autorización correspondiente para operar como Sistema de Gestión.  Todo ello para poder comenzar a funcionar cuando esté aprobado el marco legal pertinente definido en la futura Ley de Residuos, que se espera esté aprobada a principios del 2022. En ese momento se podrá solicitar la autorización como sistema voluntario, ya que, el proyecto de Ley establece la responsabilidad del productor obligatoria en un máximo de tres años, después de la entrada en vigor de la ley.

Economía circular

Muchos de los residuos plásticos agrícolas (no envases) ya se están reciclando, pero un modelo organizado facilita la gestión al agricultor y al ganadero y resulta mucho más eficiente y universal.

Los objetivos de MAPLA son evitar el vertido de plásticos agrícolas en la naturaleza, facilitar a los agricultores la correcta gestión de sus residuos e incrementar así los índices de recogida y reciclado del plástico.

También permitirá la transformación de residuos en recursos, en línea con la estrategia europea de plásticos, fomentando así la economía circular y la sostenibilidad en la plasticultura.