Investigadores de la UPM proponen los huertos urbanos para controlar la calidad del aire en las ciudades

El grupo de investigación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) Prospección y Medio Ambiente (PROMEDIAM), junto a investigadores de la Universidad de Copenhague, proponen utilizar la red de huertos urbanos para, además de cultivar hortalizas, controlar la calidad del aire en las ciudades, tras detectar que cuando son plantadas en zonas contaminadas presentan unas características determinadas que advierten de ello.

Fecha: 18-Oct-2023

Fuente: A en Verde

El grupo de investigación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) Prospección y Medio Ambiente (PROMEDIAM), junto a investigadores de la Universidad de Copenhague, proponen utilizar la red de huertos urbanos para, además de cultivar hortalizas, controlar la calidad del aire en las ciudades, tras detectar que cuando son plantadas en zonas contaminadas presentan unas características determinadas que advierten de ello.

Es el resultado de un estudio conjunto en el que se expusieron lechugas a diferentes grados de contaminación atmosférica en diferentes lugares de la ciudad de Copenhague. Según esta investigación, el consumo de lechugas cultivadas en un medio urbano indica unos niveles seguros «siempre que se utilice tierra limpia durante la siembra y la lechuga se lave adecuadamente antes del consumo».

Además, las lechugas cultivadas en las zonas más afectadas por emisiones de gases y material particulado presentaban mayores concentraciones de contaminantes, «por lo que pueden servir como un sistema complementario a la red de estaciones fijas de control de la calidad del aire».

Para llegar a esta conclusión, se colocaron varios plantones de lechuga en distintos puntos del centro urbano de Copenhague (al lado de una avenida principal y en un parque) y de la zona periurbana (en un huerto rodeado por un bosque, en el jardín de una casa y al lado de una autopista), además de una cámara climática para establecer los niveles de referencia.

Lechugas-urbanitas-alimento-y-control-de-la-calidad-del-aire
Sistema de pseudo-hidroponía diseñado para el estudio de biomonitorización. Foto de Miguel Izquierdo

Tras un periodo de exposición de un mes y medio, cada lechuga se dividió en dos mitades, una de las cuales se lavó con agua destilada. Para determinar la concentración de contaminantes, se emplearon dos métodos, una extracción total y otra bioaccesible (que simula la fracción soluble en el tracto gastrointestinal y disponible para su absorción), analizándose 24 elementos.

Los resultados mostraron que existía una relación entre la concentración de elementos acumulados y el ambiente de exposición, observándose un enriquecimiento de contaminantes antropogénicos en las muestras ubicadas en el centro de la ciudad y cerca de vías de transporte, así como un incremento de sustancias típicas del aerosol marino en todos los puntos al tratarse de una ciudad costera.

Por tanto, las lechugas se podrían emplear como un sistema complementario asequible a las redes convencionales de vigilancia de la calidad del aire para la medición de partículas en suspensión y de los contaminantes inorgánicos.

Lavar antes de consumir

Por otro lado, el lavado de las muestras logró reducir hasta 20 veces la concentración de algunos elementos asociados al tráfico y a otras actividades industriales, indicando que estos se encuentran adheridos principalmente a partículas depositadas sobre la superficie de las hojas y no se han transferido al tejido vegetal.

Por tanto, una medida tan simple como lavar los productos cultivados en huertos urbanos antes de su consumo puede limitar en gran medida la ingesta de sustancias tóxicas.

A pesar de ello, como remarca Miguel Izquierdo, uno de los investigadores de la UPM participantes en el estudio, “para hacer extensivos estos resultados y garantizar la adecuación de los alimentos cultivados en zonas urbanas que contribuyan a luchar contra la crisis alimentaria mundial, se deberá examinar el aporte de otros productos agrícolas y en ciudades con peores índices de calidad del aire”.