Insectos beneficiosos que cuidan de las frutas y verduras que comemos

Desde hace unos días, y coincidiendo con el inicio de la campaña agrícola, en los invernaderos solares de Almería y la costa de Granada se están liberando unos treinta mil millones de insectos beneficiosos, con el objetivo de combatir a las plagas que afectan a estos cultivos actuando como depredadores naturales, además de realizar su labor como polinizadores.

Fecha: 19-Oct-2020

Tags: frutas , verduras

Invernaderos del sur de España en los que se cultivan los principales productos hortícolas de invierno —pimiento, tomate, berenjena, pepino y calabacín— que se consumen en Europa y que en estos momentos inician la llamada ‘revolución verde’, una lucha para desterrar el uso de plaguicidas químicos a favor de la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente, un hito que marca una diferencia fundamental con las técnicas agrícolas empleadas en otras zonas de España y del mundo.

Esta ‘guerra biológica’ marca el inicio de la campaña agrícola y este año se liberarán alrededor de 30.000 millones de microscópicos insectos que ocuparán 25.000 de las 31.500 hectáreas de cultivo de invernaderos que existen en esta zona mediterránea, es decir, el 80 % de la superficie total invernada, lo que convierte a esta zona en la mayor área de cultivos del mundo que emplea esta técnica respetuosa con el medio ambiente y con la salud de los trabajadores y consumidores.

El resultado, unas hortalizas más sanas y sostenibles provenientes de esta zona productiva que abastece a más del 47 % del mercado interno y al 50 % de los mercados europeos, llegando a superar el 60 % durante los meses de inverno, cuando la producción continental no es viable debido a las bajas temperaturas. En total, los invernaderos proporcionan alimentos saludables a 500 millones de europeos.

Insectos para un control biológico

“El empleo de control biológico de plagas ha seguido una evolución creciente en los invernaderos del sur de Europa y se presenta como una herramienta competitiva hacia sistemas productivos sostenibles, que influyen positivamente en la calidad de la producción obtenida y constituyen una respuesta a las demandas del consumidor”, afirma Jan van der Blom, responsable del departamento de Agroecología de la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Andalucía, APROA.

Próximo paso: entomohoteles

La implantación de los insectos beneficiosos es de tal magnitud en estas zonas productoras que ya se está trabajando en un siguiente escalón: los entomohoteles. Este proyecto consiste en la implantación de setos perimetrales de flora autóctona alrededor de los invernaderos y de la construcción de refugios para los insectos beneficiosos.

Con ello se persigue un doble objetivo: por un lado, construir una primera barrera para disminuir la introducción de plagas en el interior de las fincas y, por otro, mitigar el impacto visual que causan los plásticos de este tipo de instalaciones.