En 2018 los mataderos de Asturias sacrificaron 57.287 cabezas de bovino y 49.511 cabezas de porcino, entre otras especies (datos de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales).

Atendiendo al peso medio al sacrificio y la volemia, supone un volumen aproximado de 750.000 litros de sangre anual, que los mataderos eliminan, exceptuando un pequeño porcentaje de ella que se utiliza para la fabricación de morcilla asturiana o sabadiegos. Además, la mayoría de mataderos carecen de la infraestructura adecuada para recoger la sangre categorizada como higiénica, para uso alimentario.

Actualmente la sangre se debe llevar a depuradora, o bien a un tratamiento para su destrucción. Y, en el mejor de los casos, se lleva a tratamiento para la obtención de biogás. Todas estas acciones implican un coste económico para los mataderos, además del coste medioambiental, que desincentivan por tanto los propios procesos de gestión.

El proyecto del Grupo Operativo Matadero Circular busca dar un giro radical, transformando residuos en productos y costes en ingresos, resolviendo a la vez un problema medioambiental endémico en los mataderos asturianos.

Así, el proyecto presenta un reto muy ambicioso, ya que busca transformar por completo el sector y desarrollar unas innovaciones que puedan llegar a implantarse en el 100% de los mataderos asturianos.

A nivel técnico, se busca desarrollar un procedimiento que incluya un protocolo de recogida de sangre específico en cada matadero, atendiendo a las particularidades de cada uno y siempre bajo unas buenas prácticas de manipulación; optimizar las condiciones de almacenamiento y transporte hasta el procesado de la sangre; definir las condiciones de procesamiento de la sangre para obtener plasmas y sueros estériles atendiendo a las particularidades de las especies (bovino, porcino); caracterizar los diferentes plasmas y sueros bovinos y porcinos bajo criterios de laboratorios farmacológicos (clientes); y desarrollar procedimientos específicos de almacenaje y distribución del producto hasta el cliente final, incluyendo la vida útil.

A escala comercial, el GO Matadero Circular busca el aprovechamiento de alto valor añadido a partir de un subproducto; atacar nichos de mercado específicos con un alto nivel de crecimiento (desarrollo de inmunoterapia alternativa al uso de antibióticos en animales) con alta demanda de sueros para el proceso productivo; poner en el mercado productos altamente competitivos, aprovechando las ventajas de una cabaña ganadera bovina saneada de la que se obtienen plasmas y sueros de gran calidad; y poder acometer desde un inicio la comercialización en España y Unión Europea.

Desde el apartado socioeconómico, se persigue el aprovechamiento de un recurso que mejora la estructura de costes de mataderos –unos resultados positivos en este aspecto animarían a la totalidad de los mataderos de la región a participar de los resultados–; el traslado de conocimiento generado en la Universidad de Oviedo al mercado agroalimentario asturiano, generando a la vez de un vínculo entre la Universidad y las empresas participantes de cara a futuras colaboraciones; el desarrollo de una nueva vía de aprovechamiento de subproductos de mataderos que complemente a las ya existentes, contribuyendo así a dinamizar y fijar población en el ámbito rural; y la consolidación de Protein Biotechnologies, Empresa de Base Tecnológica (EBT) especializada en obtener productos de alto valor a partir de subproductos de la industria agroalimentaria.

La recuperación y transformación de la sangre de animales de abasto presenta numerosas ventajas tanto en los beneficiarios del proyecto, como en el sector en general o en el entorno ambiental y socioeconómico en el que se desarrolla este proyecto (Asturias).

La aplicación de los resultados del proyecto en los mataderos participantes supondrá una mejora económica inmediata en sus resultados de explotación, al eliminar el coste derivado de la gestión de la sangre como residuo. Una vez procesada la sangre y vendida a los clientes finales, los rendimientos económicos obtenidos de la venta de este nuevo producto repercutirán nuevamente en la cuenta de resultados de las empresas participantes, ayudando a hacer estas empresas locales más sólidas, más competitivas y más sostenibles en el medio plazo.

El proyecto propuesto supone un impacto medioambiental positivo en el entorno donde se desarrolla el proceso, así como en toda la región asturiana en general y también a nivel global con la reducción de gases de efecto invernadero. Mediante la gestión de la sangre de una manera adecuada conseguimos convertir un residuo en un valioso producto eliminando por tanto los costes medioambientales derivados de la gestión de dicho residuo. Igualmente incluimos este “residuo” en la cadena de valor de los productores, fomentando que estos lo aprovechen y reduciendo por tanto el riesgo de contaminación derivada de una ineficiente o inexistente gestión de dicho “residuo”. Este sistema de trabajo encaja con las actuales tendencias de economía circular y bioeconomía por las que están apostando las economías más avanzadas de Europa.

El grupo pretende avanzar hacia el residuo cero en los mataderos mediante la recuperación del 100% de la sangre de abasto producida por las empresas del sector.

Por otro lado, el marcado carácter local del proyecto viene incluso en su naturaleza al ser beneficiarios de los resultados del proyecto los mataderos comarcales locales, fomentando por tanto la creación o el mantenimiento del empleo local. La gran innovación que presenta el proyecto en lo que a los actuales modelos de gestión y tratamiento se refiere puede generar la aparición de empresas auxiliares locales que respondan a las necesidades del proyecto (por ejemplo; actualmente en Asturias ninguna empresa local ofrece servicios de transporte de sangre animal de calidad alimentaria). Las empresas beneficiarias del proyecto tienen unas líneas de actividad muy definidas y por tanto los servicios auxiliares necesarios podrían perfectamente ser prestados por empresas existentes o de nueva creación en el entorno donde se desarrolla la actividad.

Por último, cabe recordar que los sueros y plasmas desarrollados para la industria farmacéutica son igualmente usados como materia prima para la producción de multitud de productos para el sector agroalimentario. El exitoso desarrollo del proyecto puede generar la aparición de empresas transformadoras locales, que aprovechen la disponibilidad en su entorno de actividad de un recurso tan preciado como el plasma sanguíneo. Siendo un producto con alto valor añadido, puede fomentar la creación de empleo de calidad en el entorno rural, la fijación de población joven, la atracción de talento, etc.