Estudian el contagio de tuberculosis animal entre cerdos y distintos animales salvajes en las dehesas

Un equipo de investigación de las universidades de Castilla-La Mancha y Córdoba trabaja en un proyecto para implementar medidas de control frente a la tuberculosis animal en sistemas de producción extensivos y para ello analizan las interacciones entre cerdos y animales salvajes en las dehesas.

Fecha: 23-Dec-2020

La Universidad de Córdoba (UCO) ha explicado que durante la montanera, periodo en el que los cerdos ibéricos pastan en libertad en la dehesa, estos interaccionan de forma directa o indirecta con otras especies ganaderas y con diferentes especies de ungulados silvestres compartiendo espacio y recursos naturales, pero también enfermedades transmisibles.

Con el objetivo de ayudar en la implementación de medidas de control de estas enfermedades, en especial la tuberculosis animal, un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba y la Universidad de Castilla-La Mancha ha analizado la red de interacciones espacio-temporales que se produce entre el cerdo ibérico y otras especies animales durante el periodo de la montanera.

«En entornos de ganadería extensiva, donde animales salvajes y domésticos aprovechan los mismos recursos, es esencial entender el uso espacial para poder determinar el papel potencial de cada especie en el mantenimiento y transmisión de infecciones comunes», explica el equipo de investigación.

Concretamente, el estudio se enfoca en la transmisión de la tuberculosis animal, una enfermedad con gran impacto en el sector ganadero y con implicación en la gestión y conservación de especies silvestres.

EL CIERVO IBÉRICO ERA EL QUE MÁS INTERACTUABA CON OTRAS ESPECIES Y PUEDEN SER FUNDAMENTAL EN LA TRANSMISIÓN EN EXPLOTACIONES DE GANADERÍA EXTENSIVA

Durante el estudio, monitorizaron, mediante collares de geolocalización, los movimientos de 6 ciervos, 6 jabalíes, 8 cerdos ibéricos y 3 vacas en cinco ganaderías extensivas colindantes localizadas en la provincia de Cáceres, en España.

Las variaciones en la frecuencia de interacción fueron modeladas en función de la hora del día y la semana del año y en relación a cuatro factores medioambientales como la distancia al agua y a los puntos de alimentación, la distancia a espacios con vegetación más densa y la densidad de árboles del género Quercus como el roble, la encina y el alcornoque.

Los modelos resultantes mostraron que la hora del día y la distancia al agua y al alimento eran las variables que más condicionaban la frecuencia de interacción entre las diferentes especies.

El ciervo ibérico resultó ser la especie que más interactuaba con los demás animales, por lo que se demuestra que los ungulados silvestres pueden representar un papel fundamental en la transmisión de patógenos en explotaciones de ganadería extensiva.

«Estos resultados ofrecen nueva información para diseñar medidas de gestión efectivas para el control de la transmisión de patógenos compartidos con la fauna silvestre, lo cual es altamente relevante para el sector ganadero», explica el equipo.

Desde el comienzo del proyecto en 2017, estudios previos han permitido estimar que el 2,3% de los cerdos y el 24,8% de las explotaciones porcinas extensivas habían estado expuestos a la infección por bacterias del complejo Mycobacterium tuberculosis, causante de la tuberculosis animal.

«Aunque la implementación de las medidas propuestas resulte efectiva para reducir el riesgo de aparición de brotes de tuberculosis animal a corto plazo, así como de otras enfermedades infectocontagiosas, es muy importante no relajar la aplicación de los programas a largo plazo», concluye el equipo.