El uso de nematodos entomopatógenos puede ser una alternativa para el control ecológico de la polilla del racimo en viñedos

La polilla del racimo, Lobesia botrana (Lepidoptera: Tortricidae), es una plaga clave de la vid con amplia distribución en viñedos de Europa y América. Se estima que su impacto sea más exacerbado en los próximos años como consecuencia del incremento global de las temperaturas. Las herramientas de manejo sostenible de L. botrana de tipo preventivas o culturales, como el uso de feromonas, tienen gran acogida entre los viticultores.

Fecha: 15-Sep-2023

Fuente: Icvv

No obstante, también tienen sus limitaciones, como son área mínima de aplicación de 0.5 ha o las restricciones en el uso de plásticos en los campos. Por ello, proporcionar nuevas herramientas de control, compatibles con la producción en ecológico, tienen también buen potencial, sobre todo, en el contexto de Pacto Verde Europeo que busca reducir pesticidas en un 50% para 2030 y ampliar hasta un 25% la superficie en producción ecológica. Por lo tanto, ampliar los agentes de biocontrol disponibles puede proporcionar nuevas estrategias de manejo compatibles con la viticultura ecológica.

Los nematodos entomopatógenos (NEP) se plantean como una prometedora alternativa para el control biológico de L. botrana. Investigaciones previas del grupo IN-Vid han demostrado su potencial en la lucha contra diferentes etapas de desarrollo de esta plaga (más información, https://doi.org/10.3390/insects12111033). Sin embargo, llevar esta solución al campo, requiere optimizar su aplicación para mejorar su supervivencia y eficacia.

El objetivo de un reciente estudio realizado por el equipo de investigación del IN-Vid fue determinar las condiciones ecológicas más favorables para la aplicación exitosa de NEPs en la lucha contra la polilla del racimo. Este estudio abarcó la evaluación de la viabilidad, infectividad y adherencia de los NEP en hojas, en relación con distintos adyuvantes. Además, se examinó la capacidad de los NEP para controlar las larvas de dicha polilla en hojas y uvas, así como la reducción del daño causado por la plaga. Los resultados del estudio indican que los NEP (combinados con el adyuvante Maximix o con agua), aumentaron significativamente la mortalidad de las larvas más voraces de dicha polilla, larvas en estadio L3. Esta mejora en la mortalidad se tradujo en una reducción del daño a las uvas y hojas. Además, se observó que la efectividad de los NEP disminuye a temperaturas bajas, lo que sugiere que las aplicaciones a temperaturas moderadas son más propicias para lograr un control óptimo.

Finalmente, el estudio propone un escenario ideal para la aplicación de los NEP: al atardecer, durante finales de primavera y principios de otoño, cuando las temperaturas oscilan entre 15°C y 22°C.