El sector vitivinícola quiere profundizar en el proceso abierto de digitalización, pero debe tiene claro que debe hacerlo siendo sostenible, aplicando soluciones que mejoren los procesos y ayuden a una mejor comercialización de sus productos. En esta línea se expresaron los diferentes representantes de bodegas y empresas tecnológicas participantes en la primera edición de Wine Next Generation, jornada organizada el 3 de noviembre en el CaixaForum de Madrid por la Federación Española del Vino (FEV) y el Hub Nacional Digitalización y Vino, con la colaboración de AgroBank.

El propósito de esta iniciativa era analizar e impulsar la digitalización del sector del vino en sus diferentes ámbitos, identificar tendencias y buscar sinergias con el ámbito tecnológico. “Antes del COVID había evangelizadores de la digitalización. Ahora ya no son necesarios, todos somos conscientes de la necesidad”, advirtió el presidente de la FEV al inicio de las intervenciones.

Emilio Restoy explicó que el sector del vino está extremadamente atomizado, por lo que las herramientas a emplear deben ser escaladas para que sean digeribles por las más de 4.000 bodegas españolas. “No podemos subsistir en un entorno en el que la digitalización no esté en la fibra del sector. Permitirá llegar a cualquier bodega al consumidor”. El presidente de la FEV aboga por la simplificación administrativa, la implantación del teletrabajo en las circunstancias que así lo permitan y un mayor control de costes, todo ello enfocado a la producción, elaboración, comercialización y el marketing.

Organizadores, patrocinador y representantes del Ministerio de Agricultura, incluido el ministro, Luis Planas.

Prácticamente toda la cúpula relacionada con el sector agrario del Ministerio de Agricultura estuvo presente en el acto, con el ministro al frente. Tras elogiar al conjunto del sector vitivinícola en general, y a la FEV en particular, por su “capacidad para mirar hacia adelante”, Luis Planas defendió un nuevo modelo de producción agroalimentaria que, además de sostenible desde el punto de vista medioambiental, genere también mayor cohesión social y económica.

El titular del MAPA considera que la llegada de los fondos Next Generation UE, el nuevo marco financiero plurianual y los nuevos objetivos de la Política Agraria Común (PAC) configuran un escenario propicio para acelerar el proceso de innovación y digitalización que todo el sector agroalimentario, y el vitivinícola en particular, deben tener como objetivo trasversal prioritario. “La digitalización es la mejor herramienta de que disponemos actualmente para conseguir nuestros objetivos de sostenibilidad y cohesión en la producción agraria”, dijo.

Precisamente, la primera Mesa Redonda abordó las ayudas disponibles como elemento acelerador del proceso de digitalización y sostenibilidad del sector del vino en España. La directora general de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria del MAPA aludió a "instrumentos estructurales", como son las ayudas de la PAC (50.000 M€) y del Presupuesto nacional, y el "instrumento coyuntural" que constituye el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), por un valor total de 70.000 M€.

En el mismo contexto del PRTR, el MAPA trabaja, junto al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (MINCOTUR), en la elaboración de un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para la industria agroalimentaria. Abordará la transformación ambiental y digital y hará especial hincapié en la financiación de inversiones que conduzcan a mejorar la sostenibilidad, competitividad, rentabilidad y digitalización del sector agroalimentario en su conjunto. La intención es aprobarlo en Consejo de Ministros a finales de año y poder realizar la primera convocatoria pública en el primer cuatrimestre de 2022.

Varios de los protagonistas de la jornada reclamaron claridad y sencillez cuando se convoquen las ayudas. "Sera importante ayudar a divulgar un proceso que ofrecerá información al sector sobre las herramientas disponibles", dejó claro Bombal. El director general de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), Mauricio García de Quevedo, destacó la importancia de "la colaboración publico-privada para que lleguen las ayudas a las PYMEs", porque "es un sector muy capilarizado", incidió. Ramón Herrero, subdirector general de Áreas y Programas Industriales del MINCOTUR, pidió confianza a las empresas en el trabajo que están realizado con el PERTE. "Queremos llegar al máximo número de pymes posible. El objetivo final es la transformación del sector", afirmó.

Las numerosas ayudas previstas para el próximo año fueron el centro de la primera Mesa Redonda.

Hace un año aproximadamente, impulsado por la Federación Española del Vino (FEV) y la empresa tecnológica JIG, nació el Hub Nacional Digitalización y Vino, cuyo director general opina que este periodo reflexivo sobre la digitalización comenzó antes de la pandemia. "Pero de nada sirve reflexionar si no se digitaliza. Esto es la clave del HUB, definido con el objetivo de acercar, facilitar y acelerar la digitalización del sector del vino".

En este tiempo, Iñaki Gurría ha podido comprobar que este sector demanda que las ayudas estén muy atomizadas. "En el Hub hemos identificado problemáticas. La tecnología es una commodity, pero la tecnología del conocimiento no, y esta es a la que se debe ir, porque es sectorizada y especializada. El sector tiene claro que debe digitalizarse, las ayudas incentivarán".

En la segunda Mesa Redonda, bajo el título 'Producción y elaboración de vino en la era digital', la directora de Innovación y Conocimiento en Familia Torres indicó que "el gran reto de la digitalización es la sensorización de campos y algoritmos predictivos", si bien observa dos hándicaps: la conectividad en el medio dural y los modelos predictivos de climatología, "que son claramente mejorables". Recordó que la estrategia europea 'De la Granja a la Mesa' conlleva la reducción e fertilizantes y, en el caso concreto de España, se pregunta si habrá recursos hídricos suficientes. Para una gestión eficiente, en su empresa han puesto en marcha proyectos dirigidos a reducir la huella de carbono, captación de más información del consumidor y observar tendencias, etc.

En esta misma línea de trabajo, Borja Eguizábal explicó que "la digitalización ha dado un paso importante con tecnologías que se han abaratado, como el Internet de las Cosas (IoT), que permtie analizar toda la cadena de valor, desde el campo hasta el consumidor". Además, "reduce el desperdicio y redunda en la sostenibilidad", según el CEO de Bodegas Franco Españolas, donde dan una gran importancia a la medición de todos los pasos del proceso, "controlando los datos, para ser más eficientes y enfocarse en tareas que sumen valor". "Es fundamental que controlemos el producto, botella a botella, desde que sale de bodega hasta el consumidor final. Trazabilidad hacia atrás y adelante".

Desde la perspectiva tecnológica que ofrece una empresa como Hispatec, su CEO, José Luis Molina, tiene claro que hay mucho por mejorar en la generación del vínculo digital entre producto y consumidor. Observa una "gran oportunidad de mejora, para empresas grandes y pequeñas", debido a los "desacoplamientos" provocados por la actual "digitalización en islas", es decir, solo tareas concretas, "no hay un todo". "La información debe nacer, viajar y llegar en digital. La digitalización aporta control y medición; automatización; y mejora en la inteligencia de las decisiones".

Bodegueros y tecnológos participantes en la segunda Mesa.

En esta línea, Juan Carlos Rodríguez, director de Mercado, Industria y Comercio en Indra, considera que la digitalización es muy importante en toda la cadena de producción y suministro. Hizo hincapié en el uso de la tecnología para la trazabilidad completa, lo cual incrementa el valor del producto de cara al consumidor, y se refirió a la comunicación, toda vez que “hay una generación que nos estamos imponiendo la sostenibilidad, pero hay otra generación, más joven, que ya la demanda”.

En materia de ayudas, todos los miembros de esta Mesa mostraron líneas de opinión similares. Reconocen su importancia, pero deben ser motores de proyectos ya previstos con anterioridad. “Las subvenciones ayudan, pero las empresas deben tener las estrategias muy claras”, dijo Mireia Torres. “Lo importante es que traccione el sector”, agregó Rodríguez. Y Molina cerró reclamando que los fondos tengan cogobernanza público-privada, con representantes de diferentes ámbitos (empresas cooperativas, agriculutores, etc.), así como una ventanilla única que los hagan accesibles a las pymes.

La comercialización del vino es el remate de todo el proceso. Debe estar centralizada siempre en el cliente y hay que adaptarse a cada perfil. En la tercera y última Mesa Redonda, los dos bodegueros trataron de ofrecer una visión más cercana a la realidad en cuanto a la venta del producto. "No paramos de vivir cambios en usos y costumbres del consumidor de vino en los últimos 25 años. También ha evolucionado el tipo de vinos. España es un gran productor mundial, pero tradicionalmente no hemos sido los mejores en la comercialización", reconoce Carlos Moro, fundador y presidente de Bodega Matarromera, para quien el gran reto es cómo llegar al cliente. "La distribución en España está en evolución, viene de un periodo arcaico", señaló.

Pedro Ruiz, CEO de Pago de Carraovejas, recuerda que "la venta es el resultado de todos los trabajos realizados antes". "Hay que adaptarse a la evolución, con clientes ahora más formados, gracias a la era digital. Cada vez hay mejores vinos y mejores bodegas en España, tenemos que aprender a vender mejor. El cliente es nuestro primer compañero de trabajo". A su juicio, las ayudas anunciadas deberían dirigirse más hacia mejora de la competitividad. "No me ha gustado que se enfoquen en innovación y digitalización, para esto ya vamos tarde".

Los expertos coincidieron en el proceso acelerado de digitalización que ha vivido el sector del vino desde la pandemia.

La visión tecnológica la aportó inicialmente Ramón López-Doriga, de Glovo. "El comercio digital se está olvidando de la compra de emergencia, de las necesidades de última hora. Hay exigencia de inmediatez". Santiago Corral, de Arsys, observa que en el sector vino la venta directa está menos desarrollada que en otros. "Hay una gran oportunidad y permite tener más información sobre el cliente. Hay experiencias de multicanalidad que se podrían experimentar en este sector y asi podríamos acceder a un consumidor más joven", concluyó.

En este contexto evolutivo, los productores recordaron que la pandemia ha obligado al sector a realizar en dos años el esfuerzo previsto para diez en términos de digitalización. Ahora, lo importante es tener una estrategia, porque "digitalizar es tener una mentalidad para el cambio en lo que viene en el futuro".