El proyecto AH2ORA, medirá el uso de agua para conseguir una agricultura más sostenible

El proyecto AH2ORA, coordinado por Cluster GAIA, pretende estudiar la aplicación del cálculo de la huella hídrica para la gestión eficiente y sostenible del agua en el sector agrícola.

Fecha: 18-Dec-2023

Fuente: A en Verde

El proyecto AH2ORA, coordinado por Cluster GAIA, pretende estudiar la aplicación del cálculo de la huella hídrica para la gestión eficiente y sostenible del agua en el sector agrícola. Durante este proyecto de investigación industrial, se estudiará la reducción del consumo de agua mediante la implementación de una herramienta que sea capaz de identificar y cuantificar los despilfarros de agua en el proceso productivo del sector agrícola.

Los primeros avances se han presentado en el evento 3º Basque Greentech, Foro de Innovación y Transferencia Tecnológica Ambiental, que organiza ACLIMA. En esta intervención, Lander Berrueta, responsable de proyectos de I+D del Cluster GAIA, recordó la importancia del proyecto y el impactol mismo. Como resultado final del proyecto se esperan determinar estrategias basadas en datos para la reducción de consumo de agua en el sector agrícola.

La primera fase del proyecto se desarrolla durante un año y está cofinanciado a través de la línea de ayudas de apoyo a las AEI del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (MINCOTUR). Asimismo, colaboran en el proyecto las empresas Devol y AQUADAT, el centro tecnológico Fundación Tecnova y el clúster de industrias de medio ambiente de Euskadi ACLIMA. 

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La huella hídrica está alineada con las estrategias de implementación y cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) al año 2030, específicamente en el objetivo 6 de agua limpia y saneamiento, y de manera transversal con los demás objetivos, especialmente el 3 (salud y bienestar) y el 12 (producción y consumo sustentable).

También está alineada con los últimos informes globales de riesgo del Foro Económico Mundial que sitúan la crisis del agua entre los tres principales riesgos que mayor impacto podrían causar sobre los sistemas y países en la próxima década.