Durante la última oleada de ataques, el ganadero sufrió siete, perdiendo alrededor de 70 ejemplares. Ante ello, se muestra «frustrado», especialmente después de comprobar la baja efectividad de las medidas disuasorias recomendadas por la administración. De hecho, los animales atacados estaban situados en uno de los tres nuevos pastores eléctricos adquiridos, que tiene una altura de 1,80 metros, que, al parecer, ha podido sobrepasar el depredador.

El nuevo ataque ha tenido lugar en una finca situada cerca de Leciñena, muy próxima a la carretera A-129 (Zaragoza-Sariñena), en una zona de gran actividad, especialmente debido a la actual temporada de siembra.