La Administración General del Estado adjudicó la ejecución de la balsa lateral de Almudévar que permitirá la consolidación del regadío de Riegos del Alto Aragón, sistema con más de 130.000 hectáreas, siendo una infraestructura clave para el desarrollo económico y mantenimiento de la población en el medio rural de una amplia zona en las provincias de Huesca y Zaragoza.

La restitución de la afección económica de la referida balsa lateral sobre el municipio de Almudévar, que reclama su Ayuntamiento se debe a que se anegarán superficies actualmente de cultivo. Reclamación que, a los efectos de la producción agraria, se concreta en la creación de una mancha de regadío de aproximadamente unas 1.300 hectáreas.

El Ayuntamiento de Almudévar entiende que no obtuvo las necesarias garantías de la Administración General del Estado promotora del proyecto, en cuanto a la restitución de las afecciones derivadas de la construcción de la referida Balsa y ha interpuso ante la Audiencia Nacional un recurso contencioso administrativo.

Ante dicha situación, dada la relevancia que tiene para el interés general de Aragón esta infraestructura y dadas las competencias que en materia de regadíos tiene el Gobierno de Aragón, a través del Acuerdo de Consejo de Gobierno adoptado hoy, se ha autorizado al Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad a proponer al Ayuntamiento la firma de un convenio que prevé la posibilidad de elaborar un Decreto de declaración como regadío social de la mancha regable, siendo éste el primer paso administrativo para poder llevar a cabo el referido regadío. Paso, por otra parte, que no supone renuncia del Gobierno de Aragón a la participación que en el desarrollo de la mancha regable deba asumir la Administración General del Estado.

Será ya decisión del Ayuntamiento de Almudévar, el valorar positivamente el ofrecimiento de mediación del Gobierno de Aragón en aras a alcanzar un acuerdo que resulte satisfactorio para ambas administraciones y, de forma prioritaria, para el interés general de la Comunidad Autónoma.

Esta zona, en la actualidad, cuenta con una densidad de menos de 5 habitantes por km2, atendiendo a la extrema aridez del valle medio del Ebro. Aridez que históricamente ha impedido la mínima generación de economía endógena que asegure el futuro para sus habitantes.