El ecoesquema previsto para impulsar la siembra directa en España no va a ser efectivo

La siembra directa optaría a una ayuda de 47 euros por hectárea a la que también se podrá acceder gracias a la práctica, por ejemplo, de la rotación de cultivos con especies mejorantes. Esto ha suscitado el rechazo por parte de los defensores de este sistema de agricultura de conservación que esperaban una apuesta más decidida por parte del Ministerio de Agricultura (MAPA).

Fecha: 31-Aug-2021

Fuente: Interempresas

La última propuesta de ecoesquemas presentada por el MAPA en el mes de julio incluyó a la siembra directa como una de las prácticas agronómicas susceptibles de recibir ayudas en el marco de la nueva PAC. Al ser considerado ecoesquema principal junto con otras 6 prácticas elegibles, se concederán pagos a los beneficiarios que voluntariamente los soliciten y lleven a cabo en las hectáreas elegibles de su explotación al menos una de las prácticas relacionadas con la 'Agricultura Baja en Carbono' o con la 'Agroecología' (ver tabla 1).

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Tabla 1.

Sin embargo, lo que a priori parecía una buena noticia para el impulso de esta práctica de conservación del suelo corre el riesgo de no ser un estímulo suficiente para potenciar su desarrollo en España. Una de las conclusiones que se extrae del documento presentado por el MAPA es que la ayuda por hectárea será de 47 euros. No obstante la adopción de las prácticas del ecoesquema principal no es acumulativa, es decir, solo se percibirá esta cuantía independientemente de que se lleven a cabo una o varias prácticas al mismo tiempo relacionadas con este ecoesquema.

Miguel Barnuevo, presidente de la Asociación Albaceteña de Agricultura de Conservación (ASALBAC) y miembro de la Asociación Española de Agricultura de Conservación/Suelos Vivos (AEAC.SV), cree que este incentivo "no va a ser suficiente ni efectivo para impulsar la siembra directa más allá de las hectáreas que ya existen bajo este sistema". Barnuevo aclara que este importe es muy similar al coste por hectárea actual del alquiler de una máquina de siembra directa y que, dado que la rotación de cultivos es una práctica "más sencilla de cumplir", la mayoría de agricultores "no se verán atraídos hacia la siembra directa por esta medida".

En cuanto a la elegibilidad de las parcelas bajo siembra directa, el MAPA considera que debe hacerse según su índice de erosión. Este se podrá consultar a través de unos mapas que serán volcados en el SIGPAC. Un criterio que suscita dudas ya que en una misma explotación donde se practique al cien por cien la siembra directa, una parte de ella podría no ser elegible si no alcanza el índice de erosión predeterminado. Asimismo el ecoesquema que contempla a la siembra directa solo tendrá en cuenta aquellas parcelas en secano, a pesar de que en el regadío "la erosión se acelera y el secuestro de carbono es mayor que en los secanos", apunta Miguel Barnuevo.

Otro de los aspectos que no acaba de convencer a los defensores de la agricultura de conservación es la obligatoriedad del control mecánico de las malas hierbas en la cubiertas vegetales vivas. El presidente de ASALBAC afirma que "aún no existen soluciones para este control en la línea del cultivo, por lo que vamos a intentar que se permita hacer un control mixto con herbicidas solo en la línea".  

En todo caso, el debate sobre la configuración final de los ecoesquemas continuará en septiembre con el objetivo de alcanzar un acuerdo definitivo dentro del Plan Estratégico nacional antes de final de año.