Los costes de producción de la industria de alimentación y bebidas española subieron el pasado mes de abril un 4,4% respecto a marzo, según los últimos datos del Índice de Precios Industriales (IPRI) publicados por el Instituto Oficial de Estadística (INE).

En un contexto inflacionista marcado por la escalada de precios de la energía o la escasez de suministros clave para la producción a raíz del conflicto en Ucrania, la factura para los fabricantes de alimentos y bebidas de nuestro país fue en abril un 17% más elevada que la que pagaron en el mismo mes de 2021, un dato que aleja la posibilidad de que los precios dejen de subir.

Cuatro meses de subidas

En los cuatro primeros meses del año, el IPRI de la industria alimentaria acumuló un repunte del 11,9% anual, mientras que solo en abril los precios crecieron el 4,4%.

Dos de las actividades más afectadas por la escalada de precios este año están estrechamente ligadas por el encarecimiento de materias primas procedentes de Ucrania y Rusia como el trigo, el maíz o las oleaginosas. Se trata de las industrias de procesado y conservación de carne y de elaboración de productos cárnicos, que vivieron en abril un alza de los precios industriales del 6,4% respecto a marzo, así como los productores alimenticios para animales, que vieron incrementada su factura en un 10,4%.

En la escalada de precios pocas actividades asociadas a la industria alimentaria se libran, con aumentos del 6,3% en la de productos químicos básicos, compuestos nitrogenados, fertilizantes, plásticos y caucho sintético en formas primarias; del 2,9% en la producción de aceites y grasas vegetales y animales; así como del 6,2% en el caso de los dedicados a los productos de molinería, almidones y amiláceos.

En el segmento de la fabricación de bebidas, la subida de precios en abril fue del 4% anual y del 3% en el acumulado del primer cuatrimestre, tras experimentar un alza del 0,4% respecto al mes anterior.

Los datos del INE muestran que, en general, los precios industriales subieron un 45% en su tasa anual, por culpa de la factura energética, encadenando 16 meses consecutivos de tasas positivas.