El campo español y su profunda transformación estructural

España es el cuarto productor agrario de la Unión Europea, por detrás de Francia, Alemania e Italia. El sector agrícola es un importante motor de nuestra economía, ya que genera riqueza derivada de su propia actividad y de otros sectores directamente ligados a él como el del transporte, el logístico o de envases.

Fecha: 11-Jul-2023

Fuente: Aenverde

Según el informe “El futuro del sector agrícola español” realizado por PwC, el sector factura 23.357 millones de euros anuales y la última Encuesta de Población Activa eleva a 810.400 las personas que trabajan en él. Unas cifras que no tienen nada que envidiar a las registradas en otros sectores, también estratégicos, como el de la hostelería.

En los últimos años, la industria agrícola ha vivido un importante proceso de transformación estructural que ha dado como resultado políticas innovadoras encaminadas a hacer crecer el sector. Esta inversión en innovación y la apuesta por instaurar nuevos procesos está incidiendo positivamente en la imagen de la agricultura española. En todas partes se reconoce su fuerza y buen hacer, además de la calidad de nuestros productos y el cuidado que dispensamos a nuestros clientes.

En nuestro país hay muchas empresas, grandes, medianas y pequeñas, que se están dejando la piel por sus negocios. Están haciendo grandes esfuerzos por innovar y hacer sus explotaciones cada vez más eficientes y sostenibles. A su frente están empresarias y empresarios formados que se preocupan por la calidad de su materia prima y por la huella que su trabajo deja en su entorno. También cuidan a sus trabajadores creando empleo de calidad a la vez que fomentan el desarrollo de zonas despobladas. Y que escuchan las demandas tanto de agricultores como de sus clientes, adaptándose a los constantes cambios del mercado, la climatología o la propia economía. Gracias a su empeño, nuestros productos llegan hoy por hoy a cualquier parte del mundo.

Valor estratégico

Para que este desarrollo continúe y España siga escalando peldaños dentro de la Unión Europea y fuera de ella es necesario que las administraciones sigan reconociendo el valor de este sector estratégico para la economía española. Ejemplos como el murciano o almeriense deben ser el espejo en el que se miren el resto de territorios.

La agricultura española posee un gran potencial por explotar y mucho que ofrecer tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Con el apoyo, absolutamente necesario, de las administraciones, el sector de la distribución y los consumidores, podremos seguir mejorando e innovando para crear empleo, riqueza y ofrecer una imagen internacional a la altura del esfuerzo que realizamos.