Díaz: "La ciencia es la mejor aliada para afrontar la necesaria transición verde de nuestro sector primario"

La consejera ha visitado hoy la finca experimental La Garcipollera, donde el CITA investiga para lograr explotaciones climáticamente neutras, con una mejor gestión del purín, y para avanzar en economía circular y ganadería ligada al territorio

Fecha: 27-Jan-2022

Fuente: Aragón Hoy

“La ciencia es la mejor aliada para afrontar la necesaria transición verde del sector primario y los proyectos de investigación que lidera el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria en esta finca experimental de La Garcipollera están llamados a aportar soluciones a los múltiples desafíos a los que se enfrentan nuestros productores”, ha asegurado hoy la consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento, Maru Díaz, durante su visita esta mañana a estas instalaciones de referencia en el mundo de la investigación tanto a nivel nacional como internacional.

La responsable autonómica ha defendido esta alianza como “la única vía” para que el sector agroganadero pueda seguir siendo “motor económico y social en las zonas rurales” y al mismo tiempo se adapte a “las exigencias medioambientales y de salud global”. Y ha vuelto a hacer un llamamiento para huir de posiciones simplistas y tener la valentía de escuchar a la ciencia, respetar sus tiempos y hacer política en consecuencia.

“En Aragón contamos con los mejores investigadores agroalimentarios, gracias a un centro público de referencia como es el CITA y a esta finca experimental, que trabaja para lograr explotaciones climáticamente neutras, con una mejor gestión del purín, y lidera proyectos para avanzar en economía circular y ganadería ligada al territorio”, ha destacado Díaz.

Durante su visita, la consejera ha estado acompañada por los directores gerente y de Investigación del CITA, Lucía Soriano y Alberto Bernués, así como por el coordinador de la finca, Javier Ferrer; y ha podido conocer de la mano de sus investigadores responsables los principales proyectos, tanto para ganadería intensiva, como extensiva, en los que se trabaja actualmente.

Sobre los proyectos de gestión de purines, Eva Herrero, investigadora del departamento de Sistemas Agrícolas, Forestales y Medio Ambiente, ha explicado que recientemente ha finalizado el proyecto LIFE ARIMEDA, en el que se han desarrollado con éxito técnicas de fertirrigación con la fracción líquida de purín porcino en España y de digerido en Italia para reducir las emisiones de amoníaco a la atmósfera en su aplicación al campo como fertilizantes orgánicos.

Y ha avanzado que con el nuevo proyecto LIFE CLINMED-Farm se pretende desarrollar modelos de gestión de purín sostenibles a escala de granja que se acerquen a la idea de explotaciones agrícolas neutras desde el punto de vista climático en el marco de la agricultura mediterránea.

“El desarrollo de técnicas de gestión de purín y el digerido que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y amoniaco, combinadas con estrategias de valorización energética y aprovechamiento agronómico eficiente de los nutrientes disponibles, puedan contribuir a mitigar el impacto medioambiental y mejorar la sostenibilidad de la actividad agroganadera”, ha resaltado.

Para ello, se aplicarán técnicas simples e innovadoras en las tres etapas clave de la gestión de los purines –producción en las naves; almacenamiento y fertilización agrícola-. El objetivo es mitigar las emisiones de metano, óxido nitroso y amoníaco, recuperar el metano generado en el almacenamiento y valorizar el calor excedente en procesos de producción de biometano como fuentes de energía renovable para las actividades de las granjas o actividades industriales adyacentes y reducir el consumo de fertilizantes minerales. Todo ello de acuerdo con los principios de economía circular y analizando los modelos desde un punto de vista medioambiental, pero también socioeconómico.

Por su parte, Isabel Casasús, investigadora del Departamento de Ciencia Animal y responsable científica de la finca, ha sido la encargada de detallar los proyectos de ganadería extensiva que se llevan a cabo en la Garcipollera y que giran alrededor de 3 grandes áreas de trabajo: la optimización de los sistemas ganaderos de producción, la mejora de la calidad y comercialización de los productos de origen animal y, por último, el análisis de sostenibilidad de los agroecosistemas.

En la actualidad se están desarrollando tres grandes proyectos de investigación, de financiación nacional y europea. En FETALNUT, coordinado por Albina Sanz, se están analizando los efectos de la alimentación durante la gestación sobre los rendimientos reproductivos de las vacas y de sus crías.

Mientras, el proyecto ADAPTHERD, liderado por Margalida Joy, trabaja en la capacidad de adaptación de los rebaños de ovino ante diversos escenarios de cambio climático. Y en GenTORE, dirigido por Isabel Casasús, se ha analizado los patrones de evolución reciente de los sistemas de producción de vacuno del Pirineo, así como las características de las vacas que las hacen más eficientes y más adaptables ante diversos manejos.

Estos proyectos se desarrollan tanto en la propia finca como con ganaderos de diversos territorios aragoneses, dando gran importancia a la transferencia de los resultados al sector.

Por su parte, Alberto Bernués, director de investigación del CITA, ha manifestado la importancia de desarrollar la economía circular en la investigación y las cadenas alimentarias, comenzando por la producción. En este sentido, ha destacado que “la ganadería extensiva basada en los recursos naturales cumple con los principios básicos de la economía circular, por utilizar la energía solar renovable que fijan los pastos, por su baja dependencia de insumos externos a la actividad (piensos, fertilizantes, pesticidas, gasoil, medicamentos, etc.) y su nula generación de residuos que pueden ser usados para aumentar la fertilidad del suelo y la captura de carbono del mismo”.

La Garcipollera es una Finca experimental única en España por su localización, tipo de infraestructuras o líneas de trabajos que tiene, en la actualidad siete proyectos en activo, tres de ellos de ámbito europeo. Desde 1985 esta finca se dedica al estudio de la agricultura y la ganadería de montaña. Entre sus principales objetivos está la caracterización productiva de las razas autóctonas del Pirineo como la Parda de Montaña y Pirenaica de vacuno o la raza Churra Tensina en ovino, así como estudios de factores ambientales y de manejo que influyen en la productividad en los rebaños. Además, también se recuperan y caracterizan variedades frutales tradicionales.