Desde Bruselas: Grandes desafíos en los sistemas de agroalimentación europeos

El documento “Rethinking Agriculture” analiza la agricultura y las causas fundamentales de la insostenibilidad y los posibles caminos a seguir

Fecha: 20-Oct-2022

La necesidad de un sistema alimentario sostenible ya está reconocida en Europa, pero este cambio debe acelerarse. Así lo dicen tres informes publicados por AEMA (Agencia Europea de Medioambiente) a la luz del aumento de los impactos del cambio climático y las continuas altas emisiones de la agricultura.

La transformación del sector agrícola y del sistema alimentario de Europa nunca ha sido más importante en medio de la reciente pandemia de COVID-19, la guerra en Ucrania y los impactos del cambio climático. Todo ello plantea preocupaciones sobre la seguridad alimentaria y su resistencia.

El documento “Rethinking Agriculture” analiza la agricultura desde diferentes ángulos, explorando las causas fundamentales de la insostenibilidad y los posibles caminos a seguir. El Pacto Verde Europeo y su estrategia “De la granja a la mesa” tratan la agricultura como algo más que un sector económico, pues también contribuye a objetivos de sostenibilidad como el bienestar social, la salud de los ecosistemas y la seguridad alimentaria y nutricional.

Sin embargo, las ganancias de eficiencia no han frenado la degradación del medioambiente en Europa ni en el resto del mundo, señala el informe. A pesar de la importante inversión en la Política Agrícola Común (PAC) y otras políticas pertinentes de la UE, la contribución de la agricultura a la pérdida de biodiversidad, el consumo excesivo de agua y las emisiones de gases de efecto invernadero continúan. En particular, en cuanto a la biodiversidad, los hallazgos recientes confirman el importante papel que desempeñan el cambio climático y la agricultura intensiva en la disminución de la biodiversidad de insectos en todo el mundo. Además, el abandono rural y la pérdida del patrimonio rural siguen siendo desafíos en Europa.

"Reimaginar el sistema alimentario a través de innovaciones sociales" examina cómo la innovación social puede desempeñar un papel fundamental en la transformación de nuestros sistemas alimentarios en sistemas que sean económica y socialmente viables y sostenibles. El estudio ofrece información sobre la experimentación que se está llevando a cabo en torno a formas alternativas de producir, comerciar y consumir alimentos. Observa, sin embargo, que la transformación de los sistemas de producción y consumo hacia sistemas sociales, económicos y ambientales requerirá enormes cambios en los estilos de vida y los patrones de consumo y producción.

Es probable que estos cambios también alteren las inversiones, los empleos y las estructuras de poder existentes.

 

Esfuerzos actuales en el sector agrícola

Si bien las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) en la UE se han reducido en un tercio desde 1990, la reducción de las emisiones en el sector agrícola ha sido un proceso más lento y se ha estancado en gran medida desde 2005.

Entre 1990 y 2000, el sector agrícola logró una disminución del 15%, en las emisiones de dos gases de efecto invernadero clave, el metano y el óxido nitroso, derivados de la producción animal y agrícola. Pero las tasas de reducción se desaceleraron después de 2000 y han estado casi estancadas desde 2005.

Sobre la base de las políticas y medidas actuales de los países de la UE, se prevé que esta tendencia continúe hasta 2040, con solo una disminución del 1,5 % prevista entre 2020 y 2040, según el tercer informe de la AEMA, “Progreso y perspectivas para la descarbonización en el sector agrícola y más allá”. Las políticas y las mejoras de eficiencia han reducido la intensidad de las emisiones de algunos productos agrícolas, pero esto se ha visto compensado por un aumento de la producción agrícola. Se pueden lograr mayores reducciones de emisiones abordando el ciclo de vida completo de la producción de alimentos, incluido el transporte, el envasado, el procesamiento de alimentos y el comercio minorista.

 

Oportunidades para el cambio

El Pacto Verde Europeo y su estrategia «De la granja a la mesa» contribuyen a objetivos de sostenibilidad como el bienestar social, la salud de los ecosistemas y la seguridad alimentaria y nutricional y, a pesar de los desafíos, proliferan diversas innovaciones sociales en toda la cadena alimentaria, abriendo oportunidades para el cambio. Incluyen experimentos con nuevos alimentos, productos, servicios y modelos comerciales y de gobernanza. Las innovaciones sociales incluyen cadenas de suministro de alimentos más cortasagricultura apoyada por la comunidad, agricultura urbana, nutrición basada en plantas, esquemas de contratación pública, soluciones para el desperdicio de alimentos, educación alimentaria e iniciativas de construcción comunitaria.

Los experimentos varían en madurez y novedad, pero a menudo son posibles gracias a las nuevas tecnologías y asociaciones. Estos deben ser alentados a medida que eliminamos gradualmente los modelos insostenibles de producción, comercio y consumo de alimentos.

Para los responsables políticos, comprender qué innovaciones sociales están surgiendo, quién las impulsa y sus posibles impactos son los primeros pasos clave para tomar medidas que contribuyan a la sostenibilidad del sistema alimentario.

También debe garantizarse la participación de los agricultores, los consumidores y los demás agentes agroalimentarios. Será fundamental sensibilizar a los agricultores sobre sus responsabilidades y las posibilidades técnicas de reducción de las emisiones. La Política Agrícola Común ofrece apoyo técnico y financiero para las inversiones y asesoramiento adaptado a nivel de explotación. Sin embargo, lograr cambios en los sistemas agroalimentarios también requiere ir más allá de las cuestiones de "cómo" cultivar. Involucrar a una amplia gama de actores de la sociedad en la exploración de nuevas formas de producción y consumo es crucial para lograr sistemas agroalimentarios resistentes y sostenibles.

La responsabilidad de un cambio exitoso hacia la neutralidad climática no solo depende de los agricultores, sino que también debe incluir a los consumidores y otros actores agroalimentarios. La implementación de acciones de economía circular en toda la cadena de valor podría ayudar a reducir aún más las emisiones de GEI en el sistema agroalimentario.

El potencial de reducción de residuos, la reutilización y el reciclaje de materiales y una mayor circularidad comienzan en la fase de diseño y persiste a través de las fases de producción, consumo y gestión de residuos del ciclo de vida agroalimentario.