Para conocer más acerca de Cuidatree, el director de la compañía, Pedro Fluxá, cuenta todos los detalles sobre este innovador desarrollo. «Se trata de un protector 100% ecológico para árboles, plantas y arbustos que aísla del frío y del calor extremo, ya que no absorbe la temperatura exterior. Además, es resistente al agua y a la humedad, creando así un efecto protector e invernadero. Destaca también que es apto para cualquier tipo de plantas, árboles, arbustos y/o cultivo en agricultura ecológica, convencional y reforestaciones; y que puede instalarse en cualquier lugar y bajo cualquier clima».

Para ello, la empresa utiliza fibra de madera, un material 100% natural, orgánico y sostenible, ya que se descompone y es asimilado por el suelo sin repercutir en el medio ambiente. Cuidatree cuenta, además, con el sello FSC, lo que hace referencia a una gestión forestal responsable.

Entre las ventajas que tienen los protectores de Cuidatree destaca lo que tarda en degradarse y desaparecer, unos seis años frente a los 150 que tarda un protector de plástico.

Cuidatree cuenta con una I+D+i basada en innovadores sistemas térmicos de anticalor, antifrío y antihumedad. Con el objetivo constante de innovar, nuestro departamento de I+D+i ha desarrollado un nuevo sistema que ofrece la posibilidad de insertar al protector un código QR al que puede ir indexado cualquier información de interés: tipo de cultivo, variedad, o reducción del impacto de la huella de carbono anual que se obtiene con esa plantación. Esto último es muy interesante en agricultura como en reforestaciones, debido al cada vez mayor compromiso de las empresas por la reducción de la huella de carbono.

«La idea surge como necesidad a la experiencia personal: me di cuenta de que ciertos animales, como los conejos, y determinados protectores, como los de plástico o los de tela metálica, causaban graves problemas a mis plantaciones. Por un lado, los de plástico perjudicaban en los meses de calor a los árboles creándoles estrés por temperatura. También en los meses de frío, ya que favorecían la condensación de humedad en el interior del protector, dando lugar así enfermedades por hongos como la phytoptora, lo que llevaba alos plantones a la muerte. En lo referente a los protectores de tela metálica, cuando los primeros brotes se introducen en los orificios y esos brotes se convierten en ramas, el alambre acaba estrangulándolas, creando defoliaciones o ramas amarillas por falta de la llegada de nutrientes a la misma. A raíz de esta situación, me puse a pensar en posibles soluciones y tras el exitoso resultado obtenido en mis plantaciones decidí hacerlo a nivel industrial para que otros agricultores se beneficiaran de los resultados», relata Fluxá.

El proyecto comenzó a desarrollarse en 2009 en un entorno agrícola tradicional en el que no existían alternativas a los protectores de plástico convencionales. Los agricultores entonces veían con incredulidad y desconfianza que un protector pudiera ser de otro material diferente al que estaban acostumbrados a utilizar, cosa que hoy en día ha cambiado.

Actualmente, son más de 80 trabajadores, directos e indirectos, y llegan a gran cantidad de agricultores, empresas agrícolas y de reforestaciones que apuestan por proteger las plantaciones y cultivos, a la vez que cuidan del medioambiente.

En cuanto a los objetivos futuros, Cuidatrre se centra en seguir mejorando su producto y en brindar el mejor servicio a sus clientes. Es por ello que han decidido incorporarses al Parque Científico de la UMH y aprovechar su experiencia y prestigio en el impulso a start-ups para asegurarse un mayor éxito. También buscan concienciar al consumidor de la importancia de utilizar materiales menos contaminantes con el medio ambiente para poder mejorar el mundo que conocemos actualmente.