Cómo reducir el impacto de la sequía en el olivar

Cuando nos referimos al estrés hídrico, hace relación con la falta de agua en un cultivo para cubrir sus necesidades

Fecha: 04-Aug-2023

Tags: olivar

Fuente: Oleo revista

La campaña 2022/2023 en el olivar se recordará como una de las más difíciles. En un marco de inestabilidad económica mundial y por la sequía extrema que sufre el campo,  generando una falta de producto. Ya en la campaña anterior, la ausencia de lluvias y las diferentes olas de calor anticiparon lo que ha ido sucediendo a lo largo de estos meses. La falta de agua, y la gestión eficiente de este escaso recurso, es imprescindible para que sobreviva el sector. Andalucía, desde sus organismos de investigación ha puesto a disposición de los agricultores una serie de documentos y herramientas digitales que pueden servirles de apoyo en la toma de decisiones con respecto al riego.

Con el objetivo de ayudar en todo momento al olivarero en esta situación tan compleja, el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA), en colaboración con el Instituto de Agricultura Sostenible (IAS/CSIC), pone a disposición del agricultor una serie de recomendaciones generales, que son resultado del trabajo desarrollado por ambas instituciones.

Estos documentos se encuentran disponibles a través de la web del Ifapa, donde también se puede acceder a otras herramientas informáticas y digitales desarrolladas por el instituto andaluz. Estos estudios y aplicaciones web y móviles (App) ofrecen recursos de interés para la optimización de la toma de decisiones de los productores, contribuyendo así a mejorar la rentabilidad de las empresas y del sector agroalimentario andaluz.

Estrés hídrico en el olivar: momentos críticos

Cuando nos referimos al estrés hídrico, hace relación con la falta de agua en un cultivo para cubrir sus necesidades, que afecta directamente a la planta desde la fotosíntesis, ya que la primera respuesta a la falta de agua es un cierre estomático más prolongado durante el día, con el fin de reducir la transpiración. Esto supone un apreciable ahorro de agua almacenada en el suelo, que, sin embargo, afecta directamente al intercambio gaseoso, y por tanto reduce la tasa de fotosíntesis y la producción de asimilados. 

Tienen disponible para su lectura el artículo completo en el número 193 de Óleo.