Cómo la digitalización del regadío aumentará la sostenibilidad de la producción de alimentos

Fecha: 03-Aug-2023

Fuente: iagua

Mejorar la eficiencia en el uso del agua es clave en un momento de crisis climática en el que este recurso es cada vez más escaso, existe una mayor demanda y la población continúa aumentando. La digitalización, a través de la instalación de contadores, utilización de GIS, teledetección y diferentes tipos de sensores, así como sistemas de analítica de datos, permite avanzar hacia ese horizonte y acreditar una sostenibilidad en la producción de alimentos en el medio rural cada vez más exigida por las administraciones/legislación y por la sociedad.

La sequía y la consiguiente necesidad de un uso eficiente del agua son temas que protagonizan constantes titulares y, cada vez más, debates entre la ciudadanía. Los datos son preocupantes, por ejemplo, abril de 2023 fue el abril más cálido y seco desde que existen registros. A esto se le suma que las aportaciones procedentes de la reserva de nieve también fueron las menores de toda la serie histórica. En medio de toda esta vorágine en la que, en ocasiones, tienen más visibilidad las fake news que la información contrastada, el sector primario aparece injustamente como ejemplo de un uso ineficiente del agua, ya que mucha gente considera equivocadamente a la agricultura como una actividad insostenible y agresiva con el medioambiente. En el punto de mira: el regadío.

Sin embargo, regar es importante e imprescindible. Sin agua para los cultivos, ya sea en forma de lluvia o de riego, no hay producción de alimentos. Además, para una producción sostenible que pueda dar respuesta a una demanda cada vez mayor, sin aumentar la superficie agraria, es necesario que esta sea mucho más eficiente y productiva. Conjugar esta necesidad de regadío con una realidad de sequía y de disminución de recursos hídricos, es el motivo detrás de iniciativas como el PERTE de Digitalización del Ciclo del Agua, aprobado en marzo de 2022, un plan de ayudas con fondos europeos que pretende movilizar más de 3.000 millones de euros en el que se incluyen convocatorias específicas para el regadío.

La situación actual

En España, en 2021 el 77% de la superficie regada tenía su sistema de riego a nivel de parcela modernizado. No obstante, antes de concluir que ya está casi todo el trabajo hecho, es conveniente aclarar qué se entiende exactamente por modernización. Como indica Ángel Luis Teso, Head of Cities, Territories & Primary Sector en NTT DATA, se trata de algo que abarca muchos aspectos diferentes: «Puede referirse a cambiar el sistema de aplicación del agua en la parcela; ajustar el riego a las necesidades reales de las plantas, puede incluir aspectos relacionados con la distribución, cómo transportar el agua a la parcela o incluso la captación de agua para la zona regable…». Por lo tanto, esta modernización, que logrará ir superando los retos del sector de cara al futuro, no debe ser algo puntual, sino un proceso continuado en el tiempo. La digitalización no es el fin último, sino la herramienta necesaria que nos ayuda a mejorar la gestión y la gobernanza del agua.

Mucha gente considera equivocadamente a la agricultura como una actividad insostenible y agresiva con el medioambiente

El aspecto principal en el que la digitalización de los regadíos representa una base indispensable a la hora de impulsar la sostenibilidad del sector es el de la medición. Si en un episodio de sequía, cada vez que queremos saber la cantidad de agua que se ha consumido, necesitamos desplazarnos físicamente hasta cada contador para proceder a su lectura, es muy complicado controlar y gestionar de un modo eficiente el uso del agua. En muchos regadíos no se sabe el volumen de agua que se está consumiendo. Además, en muchos de ellos se paga por unidad de superficie y no de una manera proporcional al uso, lo que no ofrece ningún incentivo a los agricultores para usar el agua de un modo más eficiente. De hecho, para comenzar a pagar por uso y, por lo tanto, poder incentivar esa eficiencia, hay que poder saber en todo momento cuánta agua se está consumiendo.

El Dr. Teso resume en tres los modos en los que la medición ayuda a la sostenibilidad: reducción de los recursos necesarios para obtener el mismo rendimiento, aumento de la eficiencia en la distribución para evitar que se pierda agua y sustitución del origen del recurso por uno con una mayor disponibilidad, a un precio menor o con una mayor aplicabilidad. Con todo esto, se logra multiplicar la eficiencia del regadío, algo que tiene también un efecto regenerativo: se pueden paliar o mitigar los efectos negativos de la sequía.

Pero la digitalización no es solo medir, es también analizar y decidir. A través de sistemas de analítica de datos e inteligencia artificial, se pueden tomar mejores decisiones, adaptarse a distintos escenarios climáticos y conseguir ese aumento de producción y eficiencia buscados.

  • A través de sistemas de analítica de datos e inteligencia artificial, se pueden tomar mejores decisiones, adaptarse a distintos escenarios climáticos y conseguir un aumento de producción y eficiencia

El PERTE como oportunidad

«Digitalizar los regadíos es algo que acabará ocurriendo sí o sí», apunta Ignasi Servià, asesor para el sector Green Deal en NTT DATA; no es cuestión de si pasará, sino de cuándo. Por esta razón, el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) incluyó en el PERTE ayudas específicas para la digitalización de los regadíos. Se cuenta con un total de doscientos millones de euros, repartidos en dos convocatorias, destinados a «proyectos de digitalización del regadío que contribuyan a mejorar el conocimiento de los usos del agua en el medio y de la transparencia en la gestión administrativa del agua».

Las comunidades de regantes que quieran acceder a las ayudas deben presentar un proyecto para solicitar una combinación de las siete soluciones digitales de las que consta la convocatoria. La cuantía que pueden recibir oscilará entre los 100.000 y los 4 millones de euros por proyecto, pudiendo llegar a cubrir por completo, en algunos casos, la actuación concreta de digitalización que quieran llevar a cabo.

La digitalización no es el fin último, sino la herramienta necesaria que nos ayuda a mejorar la gestión y la gobernanza del agua

Actualmente, hay numerosas plataformas y soluciones en el mercado para que las comunidades de regantes puedan optar a esa digitalización de sus regadíos. Estas suelen cubrir aspectos parciales, ciertos parámetros de consumo y la posibilidad de controlar su funcionamiento a distancia. Entre las más completas, se encuentra la Plataforma de Gestión Ecoeficiente de Regadíos de NTT DATA, que añade una orientación hacia la eficiencia ecológica que, cada vez más, será importante acreditar ante la administración y la sociedad.

El funcionamiento de la plataforma de NTT DATA sigue un proceso de analítica avanzada, velando a su vez por mejorar la experiencia de usuario. La información que recogen los contadores inteligentes y distintos sensores permiten una monitorización constante de lo que está pasando. Aparte de medir el uso de agua y de energía, se monitorizan, además, parámetros ambientales y agronómicos como el grado de humedad del suelo y su estado nutricional. Todos estos datos se analizan en un sistema de inteligencia artificial, con alertas y predicciones, que permite adaptar el regadío incluso a eventos extremos como la sequía o las olas de calor, y fomentar un uso responsable del agua. La plataforma, además, permite medir las mejoras en impactos ambientales normalizados que han tenido lugar como consecuencia de una modernización infraestructural de la zona regable, algo que la legislación europea exige para acceder a determinadas financiaciones. Las metodologías que utiliza son además certificadas, es decir, las que aceptarán las distintas administraciones.

  • La Plataforma de Gestión Ecoeficiente de Regadíos de NTT DATA añade una orientación hacia la eficiencia ecológica