El objetivo de la medida es proteger la salud de los consumidores y brindar a los europeos opciones alimentarias más saludables. A lo largo de los años, varios estudios científicos, incluido uno de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, han enfatizado que el consumo de grasas trans en la dieta debe ser lo más bajo posible para evitar riesgos para la salud.

El límite máximo establecido corresponde a 2 gramos de grasas trans producidas industrialmente por cada 100 gramos de grasa en los alimentos destinados al consumidor final y los alimentos destinados al suministro al por menor. Además, las empresas deben proporcionar información sobre las cantidades de grasas trans en los alimentos suministrados a otras empresas si se excede el límite de 2 gramos. El presente Reglamento se aplicará a partir del 2 de abril de 2021.