El Proyecto pretende estudiar y analizar la respuesta del cultivo de la quinoa en la Región de Murcia, ya que es un cultivo que se puede adaptar muy bien a las condiciones climáticas de la región por presentar una mínima exigencia hídrica para su desarrollo.

Aunque siendo un cultivo que tolera las condiciones de escasez de agua, para obtener una buena productividad y establecer sus necesidades es necesario un control del agua aplicada y conocer bien el patrón de absorción de la planta en las distintas fases del cultivo.

La monitorización del contenido de la humedad en el suelo, y conocer cómo se comportan las raíces a distintas profundidades y en cada etapa de desarrollo del cultivo, nos permite ajustar la cantidad de agua aplicada, así como el tiempo y la frecuencia de riego a las necesidades reales de la planta. Y, en el caso de hacer un riego deficitario, tener un mayor control sobre la repercusión en el cultivo.

Además, contar con un sistema de riego por goteo eficiente en la aplicación de agua, diseñado en función de las necesidades del cultivo y con una buena uniformidad es clave. Si se opta por un sistema de riego subterráneo se obtienen unas ventajas adicionales como son:

Ahorro de agua por aumento de la eficiencia al aplicar el agua en la zona de las raíces.
Ahorro de agua por disminución en la evaporación en la superficie del suelo.
La quinoa está catalogada como “superalimento” por su excepcional equilibro entre proteínas, grasas e hidratos de carbono. El grano tiene una media de 16% de proteína, además tiene un alto contenido en omega3 y en omega6 y no tiene gluten, por lo que puede ser consumido por los celíacos.

El estilo de vida y la alimentación saludables están en auge. Cada vez nos preocupamos más por lo que comemos y esta tendencia ha provocado un notable incremento en la venta de alimentos como la quinoa. Este aumento de la demanda hace que más agricultores se atrevan con este tipo de cultivos alternativos a los cultivos tradicionales.

Para introducir un nuevo cultivo en una zona como alternativa a los cultivos tradicionales ya conocidos, estas tecnologías de control del riego nos dan la posibilidad de hacerlo con mayor garantía de éxito. Este tipo de proyectos de investigación en agricultura son el impulso para lograr una agricultura más sostenible y más adaptada a la demanda actual de alimentos.