Respecto a la actual campaña, las salidas al mercado de aceite acumuladas hasta el mes de agosto, 1 523 000 toneladas, suponen un récord absoluto de comercialización, superando los datos de la campaña pasada que obtuvo el mejor dato histórico, y se espera que los datos de septiembre se mantengan en esta línea de buen comportamiento. Esto se suma al buen ritmo de desarrollo de la campaña, con cuatro con cifras mensuales récord de comercialización, entre ellas el pasado mes de agosto con 129.000 toneladas.

Campaña de aceite de oliva 2022/2023

Y respecto a la próxima campaña 2022/2023 que se inicia este próximo mes de octubre, las previsiones de Cooperativas Agro-alimentarias para España son:

• Si el otoño se presenta normal en cuanto a precipitaciones, se espera una producción de 900.000 toneladas, pero si se mantiene la sequía y las altas temperaturas, la producción se situaría por debajo de esta cifra.

• Los costes se han multiplicado por cuatro en el último año, y esto va a repercutir directamente en las almazaras, que concentran la mayor parte del coste energético en los meses entrega de la aceituna, de octubre a enero fundamentalmente. Con una cosecha muy escasa, los mayores gastos absolutos energéticos y de elaboración se repercutirán sobre una menor producción y, por tanto, el coste unitario por kilo de aceite producido se incrementará notablemente.

• También se analizó el problema de las plantas extractoras de orujo con cogeneración, a las que las pérdidas económicas provocadas por el incremento de los costes de la energía y la situación de volatilidad del mercado gasístico y energético les ha obligado a paralizar el proceso de secado. Por este motivo, resulta imposible procesar el alperujo —subproducto de las almazaras durante la extracción de aceite de oliva— pendiente de la campaña pasada y, por tanto, con espacio limitado en las balsas de almacenamiento para acoger el alperujo que se va a producir en la campaña que se inicia el mes que viene. En este sentido, desde Cooperativas explica que “de no producirse una solución rápida por parte del Ministerio de Transición Ecológica, tal y como se comprometió el Presidente del Gobierno en el Senado la semana pasada, podría paralizarse en algún momento de la nueva campaña la producción de aceite de oliva en las almazaras, ante la imposibilidad de dar salida al subproducto que generan”.

• Y, finalmente, respecto al sistema de etiquetado frontal Nutriscore, Cooperativas Agro-alimentarias de España rechaza su implantación porque “no es un sistema objetivo que dé respuesta a una demanda de información fiable para el consumidor, fomentando modificaciones del algoritmo en función de intereses nacionales y comerciales. No es aceptable que el aceite de oliva no esté calificado con la letra A, cuando cuenta con tres alegaciones nutricionales reconocidas por la Unión Europea y multitud de informes científicos y médicos que avalan su idoneidad para la dieta humana, y que por el contrario los sitúen al mismo nivel que otros aceites vegetales, por mucho interés que otros países tengan en ello”.