Otro nutriente poco conocido: el manganeso. Función y necesidades / Jesús Fleta

Fecha: 17-Mar-2023

 Jesús Fleta Zaragozano
Pediatra
Profesor Emérito del departamento de Fisiatría y Enfermería
 Facultad de Ciencias de la Salud - Universidad de Zaragoza
jfleta@unizar.es

El manganeso es un elemento traza y un micronutriente presente en el organismo humano en muy escasa cantidad. Es un metal de transición blanco grisáceo, parecido al hierro, duro y muy frágil, refractario y fácilmente oxidable; es el duodécimo elemento más abundante en la corteza terrestre y está ampliamente distribuido. El manganeso se emplea en la elaboración de gran variedad de productos, como fuegos artificiales, baterías secas, abonos, pinturas, cosméticos y como agente para visualizar imágenes médicas. También puede ser usado como aditivo en gasolinas para mejorar el octanaje. Figura 1.

Figura 1. Características macroscópicas del manganeso

Sus características como nutriente no se conocen bien, ni sus manifestaciones clínicas por su deficiencia o exceso, sobre todo en la infancia. Se absorbe en el intestino delgado en escasa cantidad; en la infancia es algo más del 10%. Las concentraciones bajas de hierro mejoran la absorción de ambos elementos, posiblemente debido a un mecanismo competitivo, hecho que se ha demostrado en lactantes alimentados con leche de fórmula suplementada con hierro. Este fenómeno hay que tenerlo en cuenta en lactantes alimentados con leche humana y suplementada con hierro, ya que supone un riesgo de carencia de manganeso. Probablemente sea el hueso el lugar de almacenamiento tisular de manganeso y se cree que no se deposita en el hígado, en contra de lo que sucede con otros elementos como el hierro, zinc y cobre. La eliminación se lleva a cabo por vía biliar, fundamentalmente.

Este mineral ejerce diversas funciones; se comporta como un cofactor activador de varias enzimas que forman diferentes complejos, como hidrolasas, transferasas y polimerasas. Son, pues, elementos manganeso dependientes y su escasa actividad puede reducir la síntesis de mucopolisacáridos y, por lo tanto, producir alteraciones esqueléticas, como se ha observado en animales. También interviene en el metabolismo hidrocarbonado, lipídico (en la síntesis del colesterol) y en la función inmune. Se sospecha, incluso, que desempeña un papel importante en el metabolismo cerebral.

Se encuentra como elemento libre en la naturaleza, a menudo, en combinación con el hierro y en otros minerales. Las fuentes de manganeso son, preferentemente, los cereales en grano (10 a 100 mcg/kg), nueces, té, frutas y verduras; otros alimentos, como la carne y el pescado lo contienen en menor cantidad. La leche de vaca lo contiene de 3 a 10 veces más (50 mcg/l) que la leche humana; no obstante, ésta varía en función del tipo de aceite consumido en la dieta por la mujeres. Una dieta equilibrada garantiza cantidades suficientes, pero probablemente, los sometidos a dietas vegetarianas presentan tasas por debajo de los mínimos recomendados. Figura 2.

Figura 2. Contenido de manganeso en algunos alimentos. Fuente: https://www.ecoticias.com/alimentos-ecologicos/131160_manganeso-vital-salud

El déficit de manganeso puede producir trastornos neurológicos parecidos a la enfermedad de Parkinson y se ha llegado a relacionar con trastornos convulsivos en la infancia. En recién nacidos se han descrito cuadros de sordera precoz, ataxia irreversible y mala respuesta a la tolerancia a la glucosa. También se han descrito en varias especies animales abortos, retraso de crecimiento, disminución de la capacidad reproductiva, y alteraciones del pelo y la piel. Estas deficiencias pueden estar producidas por defectos dietéticos pero condicionados por factores genéticos, drogas, sustancias químicas o tóxicos vegetales, e incluso por consumo de otros elementos traza.

Las cantidades recomendadas no están bien determinadas. No se recomienda suplementación al lactante con leche humana ni con fórmula, ya que el niño puede estar utilizando los depósitos acumulados en su etapa fetal.  Se aconseja, no obstante, de 0 a 6 meses de edad menos de 0,4 mg/día y tras la introducción de la alimentación complementaria, se recomiendan aproximadamente 0,6 mg/día. En recién nacidos de bajo peso y pretérmino la Academia Americana de Pediatría recomienda 5 mcg/100 kcal, oscilando entre 2,2 y 5,4 mcg/100 kcal. Tabla I.

Grupos de edad

 

Manganeso (mg/día)

Menos de 6 meses

0,003

7-12 meses

0,6

1-3 años

1,2

4-8 años

1,5

9-13 años

1,6-1,9

14-18 años

1,6-2,2

Mujeres

1,8

Mujeres embarazadas

2

Mujeres lactantes

2,6

Hombres

2,3

Tabla I. Consumo recomendado de manganeso. Fuente: https://slideplayer.es/slide/1614077/

La ingesta excesiva puede producir efectos tóxicos como se ha comprobado en trabajadores expuestos a este elemento; no obstante, se sabe que la ingesta de 8-9 mg/día no produce toxicidad. Algunas experiencias han mostrado que el manganeso se encuentra en concentraciones elevadas en tejidos tumorales, esto sugiere que puede ejercer un papel carcinogénico.