Las Comunidades de Regantes piden descontar de los cánones sus inversiones contra las especies invasoras

Fecha: 30-May-2017

La Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía Feragua ha demandado a los organismos de cuenca andaluces que los regantes puedan descontarse hasta la mitad de los cánones que soportan en concepto de “gastos generales” de esos organismos, después de acreditar las inversiones de sus comunidades en limpieza de tuberías y filtros y tratamientos químicos para luchar contra las especies invasoras.

“Estamos haciendo los deberes que no hacen las administraciones y es justo que podamos descontarnos al menos una parte de los impuestos que pagamos”, ha afirmado el presidente de Feragua, José Manuel Cepeda, que ha añadido que ese descuento será sobre todo simbólico y sobre todo un acto de justicia, pues “si descontáramos de los impuestos todos los gastos que nos ocasionan las especies invasoras, sería la administración la que tendría que pagarnos a nosotros”.

El presidente de Feragua ha sido muy duro con la pasividad y omisión de las administraciones en la lucha contra las especies invasoras en Andalucía, “una inacción que ha permitido que las especies invasoras estén colonizando las infraestructuras de riego de las comunidades de regantes, que están teniendo que afrontar cuantiosos gastos que no tendría que afrontar si las administraciones hubieran cumplido con sus obligaciones”, ha declarado.

En concreto, y según los datos que maneja Feragua, la lucha contra las especies invasoras ya está representando en muchas comunidades costes de 40/70 euros por hectárea, convirtiéndose en una de sus principales partidas de gastos. “Pero este sobrecoste puede llegar a ser mucho mayor, si las administraciones siguen de brazos cruzados”, ha añadido José Manuel Cepeda. De hecho, un estudio realizado por la Comisión que Feragua ha creado para el seguimiento de las especies invasoras cifra en 72 millones de euros la amenaza potencial que representan las especies invasoras, repartidos entre sobrecostes energéticos (30 millones), de mano de obra (38 millones), y tratamientos (3,6 millones).

En impacto ambiental, las cifras no son menores. Según el estudio de Feragua, si las especies invasoras siguen colonizando embalses e infraestructuras de riego a nivel de parcela, se necesitarán doce millones de metros cúbicos adicionales anuales de agua para limpieza de filtros, el volumen de agua que consume una población como la de Huelva capital. Asimismo, la necesidad de consumo energético se elevará en 200 Gw h/año, equivalente al consumo de una población como Jaén capital.

Feragua responsabiliza a las administraciones públicas competentes de la propagación que están teniendo estas especies invasoras en las cuencas andaluzas, mucho más rápida incluso que la que ha tenido en la Cuenca del Ebro, según los primeros estudios que han podido realizarse. En el caso concreto del mejillón cebra, fue en Granada, en el embalse de Bermejales, donde primero se detectó en 2009. Desde entonces ha pasado al embalse de Iznájar, en Córdoba, en 2012; a los malagueños de Conde de Guadalhorce y Gualdalteba en 2014; al de Breña II, en Córdoba, en 2015. Los dos mayores embalses de Andalucía (Iznájar y Breña II) están por tanto afectados, siendo el caso más preocupante el de Iznájar, que es el embalse de más capacidad y también el de mayor afección. Y de los embalses pasan a las infraestructuras de riego de las comunidades de regantes, algunas de ellas recién modernizadas, obligándolas a cuantiosas inversiones para poder combatir contra ellas y evitar que estas especies las inutilicen.

“Cada adulto lanza un millón de larvas al año, lo que da idea de su nivel de propagación. Crecen de forma imparable, van colonizando infraestructuras y nuestro clima les favorece”, ha señalado el presidente de Feragua, que ha añadido que todos los usuarios de aguas de embalses infectados están afectados y corren el riesgo de ver inutilizadas sus instalaciones, algo que no está ocurriendo pero a costa del bolsillo de los regantes, que están asumiendo las inversiones que no están realizando las administraciones.