Herramientas sencillas para el autocontrol de residuos de antibióticos en animales vivos / Luis Mata

Fecha: 29-Jun-2022

Luis Mata
ZEULAB, S.L.
lmata@zeulab.com

La presencia de residuos de antibióticos en los alimentos ofrecidos al consumidor, más allá de los problemas legales asociados, pueden causar la generación de resistencias a los antibióticos y otros problemas de seguridad alimentaria y sanitaria. Su presencia en los animales de una explotación puede tener diferentes orígenes y no siempre son fáciles de controlar (la entrada al cebo de animales tratados, piensos con contaminaciones por arrastre, fallos en la identificación de los animales y en los periodos de supresión, etc). Por ello, establecer planes de control de la presencia de residuos de antibióticos puede ayudar a una gestión mucho más eficiente de las explotaciones y sobre todo a garantizar que los alimentos que se llevan al matadero cumplen con la normativa vigente.

El control de residuos de antibióticos se puede realizar a 3 niveles:

-En la propia explotación, a través del análisis de la sangre del animal vivo, en este caso estaríamos hablando de un nivel PREVENTIVO, en el que podríamos analizar muestras de animal vivo a la entrada en cebo, el seguimiento de efectivo de periodos de supresión, antes de llevar a matadero, etc. Si tenemos una partida de animales que es positiva podemos retrasar el envío al matadero, obviamente esto tiene un coste, pero si se detecta el positivo tras el sacrificio este puede ser mucho mayor.

-También podemos actuar en la recepción del matadero. En este caso hablamos de ANTICIPACION y analizaríamos también muestras de sangre. No siempre va a ser fácil realizar este control ya que dependerá de los tiempos de espera en los corrales de reposo entre la descarga y el sacrificio.

-Post-mortem, tras el sacrificio en el matadero. Analizaremos muestras de músculo y en este caso el objetivo es el ASEGURAMIENTO de la calidad y del cumplimiento de la legislación.

Evidentemente, lo ideal sería poder hacer dichos controles en el primer nivel y así evitarnos todos los problemas derivados del hallazgo de un positivo en momentos posteriores del proceso.

Hasta hace poco los métodos de análisis de antibióticos se aplicaban solo en los alimentos (carne, leche, huevos, etc), es decir, solo eran útiles para el ASEGURAMIENTO de la calidad y el cumplimiento de la legislación. Sin embargo, en el marco del proyecto TESTACOS hemos desarrollado nuevas herramientas para el autocontrol de residuos de antibióticos en animales vivos.

Uno de los hallazgos más importantes del proyecto es la alta correspondencia entre los niveles de antibiótico presentes en el músculo y la sangre de los animales que han recibido un tratamiento. Por ello, al análisis de antibióticos en la sangre es representativo de lo que podemos encontrar en la carne del animal sacrificado.

Con esta información se han desarrollado 2 métodos complementarios que nos permiten detectar la mayor parte de los antibióticos que están autorizados para el tratamiento de animales de abasto. El sistema es capaz de detectar los antibióticos de las familias de penicilinas, cefalosporinas, tetraciclinas, sulfamidas, aminoglucósidos, macrólidos, lincosamidas y quinolonas. Tan solo es necesario obtener el suero sanguíneo y aplicarlo a 2 test muy sencillos, sin necesidad de un laboratorio ni de personal especializado. De hecho, sistemas similares se están utilizado de forma rutinaria en el sector lácteo tanto en las explotaciones ganaderas como en los centros de descarga de la leche.

Esta nueva herramienta permite analizar los antibióticos en los animales vivos antes de llevarlos al matadero o en otras fases del proceso productivo para conseguir una gestión más adecuada en la propia explotación ganadera. Gracias a este autocontrol se puede reducir y usar de forma más adecuada los antibióticos, evitar penalizaciones por fallos imprevistos y sobre todo reducir la generación de resistencias antimicrobianas que pueden tener un impacto en nuestra salud y en la de los propios animales frente a enfermedades infecciosas.

Proyecto cofinanciado al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (POCTEFA 2014-2020).