El objetivo de este etiquetado sería poder facilitar al consumidor, información confiable y clara, sobre el impacto ambiental de todas las etapas de la producción de un alimento hasta el punto de venta.

Con este etiquetado, el gobierno francés quiere que el consumidor integre la dimensión ambiental en su proceso de elección.

También se busca que el consumidor conozca las acciones emprendidas por las empresas para reducir su impacto ambiental. La convocatoria está dirigida a empresas del sector agrícola y agroalimentario, distribuidores, restauración colectiva, empresas de aplicaciones digitales, asociaciones y equipos de investigación. 

Se puede solicitar la participación en esta prueba hasta mediados de marzo de 2021. Posteriormente, se elaborará un informe que se enviará al Parlamento.  Según esta evaluación, se adoptarán la metodología y los métodos de etiquetado  ambiental más relevantes para el sector alimentario, apuntan desde el Ministerio francés de Agricultura