No obstante, solo se transforma lo correspondiente al 3%. Si se consiguiera igualar esa diferencia, el empleo se podría multiplicar por tres en el sector agroalimentario y, por tanto, también las ventas. Precisamente, el principal reto de este sector estratégico aragonés. Para conseguirlo y aumentar por su competitividad la apuesta la internacionalización y la innovación.
En la creación de esta “marca única” están trabajando con la DGA. Aunque el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, reconoce que, “como consejero”, la ve “más que como una marca única, como un marco”. Un marco para “que las acciones comerciales que nuestras empresas llevan a cabo de manera conjunta, a nivel nacional e internacional, tengan el acompañamiento institucional que se requiere y que merecen, y que esté amparado en una imagen identificable que se asocie con Aragón”.