Este domingo el pueblo de Colungo celebró la XI edición de la Fiesta de la Siega y la Trilla, organizada por la Asociación Cultural O Portal d’a Cunarda y con la colaboración del Ayuntamiento de Colungo, la Comarca del Somontano y la panadería local de Basilio Perella.

La actividad comenzó pronto pasadas las nueve llevando a la era todos los aparejos que se utilizan en la trilla como las orcas, las escobas o el trillo de pedreñas.

A las diez llegaron los vecinos de Albelda de la Asociación de Mossos y Carreters con las mulas para poder hacer la trilla. Con el paso de los años se ha creado una buena amistad entre las dos poblaciones. Los vecinos de Colungo cada año se implican más por lo que en poco tiempo estuvo todo preparado.

La jornada se inicio con la siega que se hace en un campo cercano a la era, las manos expertas de los veteranos del pueblo hacen deslizar a la dalla para cortar las espigas, mientras otros las ponen en fajos, las llamadas “fajinas”, José María Altemir, vecino del pueblo y residente en Zaragoza era el encargado de hacer los fajos, recordando momentos de su infancia y viendo como ahora son sus nietas las que disfrutan con la trilla.

Además de las mulas de Albelda, Fernando Abadías trae a la mula Grisa y una vez que se les cargan los fajos se llevan hasta la era para continuar con el proceso.

La era es el centro neurálgico de la mañana, Concha y Benito son los dueños y la prestan gustosamente al pueblo, son de los vecinos más longevos y recuerdan con cariño estas labores hoy convertidas en una fiesta.

Una vez en la era comienza la segunda parte con la trilla, primero se extienden los fajos ayudados de las orcas y luego ya se va pasando con el trillo y el ruello tirado por las mulas. El tiempo era el idóneo para la tarea, lucía un buen sol y esto favorece el proceso de la trilla. Son muchos niños y mayores los que aprovechan para subirse al trillo y darse una vuelta alrededor de la era sobre la garba para irla desmenuzando.

Para reponer fuerzas primero se sirvieron unos bocadillos y al mediodía el almuerzo tradicional a base de sopas de pan y farinetas elaboradas por Joaquina Pardina, que las hace tal y como aprendió de su madre y además se sirve el pan con vino y azúcar, el pan con aceite y el pan con miel que preparan con alegría las mujeres del pueblo. El almuerzo tiene mucha aceptación y en poco tiempo se degusto todo.

Durante la jornada fueron muchas las personas que se acercaron hasta Colungo para presenciar esta tarea, este ha sido el año que mayor número de público ha venido desde que se organiza. Venían de distintos lugares de la comarca y provincia. Una de las personas que se acerco para ver la trilla fue Ana Alós diputada popular en el congreso, era la primera vez que venía a Colungo y se quedo muy contenta a la vez que sorprendida de que en un pueblo pequeño se organicen tantas actividades y con gran participación. También estuvieron Antonio Cosculluela, Maribel de Pablo y el vicepresidente de la Comarca Santos Larroya.

Alrededor de las dos ya se acercaba el final de la tarea con el aventado del grano, para ello se utilizo la aventadora de mano, se mueve con una manivela y a través de unas aspas hace que por un lado salga la paja y por el otro el grano que se deposita en los sacos y la paja se deja amontonada en un borguil.

Para finalizar la jornada en el salón social tuvo lugar una comida para todos los participantes. De esta manera se ponía punto y final a las labores de la siega y la trilla.

Desde la asociación se está muy satisfechos y el balance es muy positivo por muchos aspectos, con el paso de los años se ha conseguido involucrar a muchos vecinos del pueblo y la participación cada vez es mayor, al igual que la afluencia de público que en esta edición vatio records y sobre todo el nombre del pueblo que gracias a iniciativas como esta cada vez suena más. Poco a poco se vienen haciendo muy bien las cosas, con interés, pasión y muchas ganas y así se consigue recoger buenos frutos como este éxito de la trilla. Esto nos tiene que servir para coger impulso y seguir adelante, a lo largo del verano se va a realizar más de veinte actividades de todo tipo y se demuestra que Colungo es un pueblo muy vivo.