VINOvidiVINCI. Vamos a liar al personal

Vamos a liar más la cosa y a complicarle la existencia al personal. Pero bien, ¿eh?. Nada de medias tintas. Confundamos a la gente que anda ya perdida y pongámoselo difícil para que el vino les siga produciendo sarna o, cuando menos, pavor. Si es que es de cajón: ¿pudiendo simplificar todo y hacerlo más sencillo, por qué no enmarañar el asunto?. Hala pues, a por la segunda opción, a confundir, enredar y problematizar el mensaje.

Fecha: 20-Jul-2022

Tags: vino , vid

Fuente: Igastro Aragón

La gente no tiene ni idea de qué es y para qué sirve una Denominación de Origen. Pero espera, que de un tiempo a esta parte son Denominaciones de Origen Protegidas. ¿Y eso qué es lo que es?, ¿qué diferencia hay con esa protección? A los Vinos de la Tierra les sucede lo mismo. El cambio en la legislación europea en materia de denominaciones geográficas los inscribió como Indicaciones Geográficas Protegidas. Y claro, la gente anda con sus dudas de si son lo mismo o qué narices pasa. ¿No era más fácil dejarlo como estaba? Igual soy yo el que anda como un conejo al que le echas las largas, pero hablas por ahí con gente y, lejos de querer entenderlo, les resbalan estas movidas.

Y espera, que ahora llegan los vinos sostenibles. De acuerdo que es una corriente que poco a poco se está instaurando y es un poderoso impulsor de consumo en cualquier sector, pero tenemos que saber contar con argumentos y sin dispersión qué son los vinos orgánicos, los veganos, los biodinámicos, los naturales, los que no llevan sulfitos… vaya marrón. ¿Alguien de a pie sabe para qué se utilizan los sulfitos en el vino o qué se emplea para que un vino sea vegano?

Para los que tenemos cierto apego hacia el vino, incluido tú que compras y ojeas esta revista, toda esta información tiene sentido y es totalmente comprensible. Nuestra inquietud nos lleva a estar al día.
Pero debemos pensar en la inmensa mayoría, la que consume de vez en cuando y no se formula preguntas de excesiva complejidad. Creo a pies juntillas que hay que simplificar, que el mensaje debe ser claro, para que el consumidor no salga despavorido y se sienta torpe, incapaz o inculto cada vez que se enfrenta a un vino.

Más fácil, menos enrevesado, más directo, menos embarrado. Así tendríamos que funcionar. Pienso que sería mejor para todos. Porque el vino no desafía a nadie ni te pone contra las cuerdas en ningún caso. Se bebe, se disfruta, se habla y se siente. Punto.